Capítulo 84 - Desengaño

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Tom:

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Tom:

Hoy es cumpleaños de Nashira, aún a pesar de luchar con todas mis fuerzas no puedo dejar de pensar en ella, decidí a última hora viajar a España a verla, estaba grabando y realmente no me interesó.

Tomé el primer vuelo que encontré y salí.

Estoy decidido a hablar claro con ella, ya son siete meses de nuestra separación, quiero volver con ella, este es mi último intento y no habrá marcha atrás si me rechaza.

Llegué a las cinco de la mañana a España ya no era su cumpleaños, pero no importa, fui directo al departamento de Nashi.

Toque y nadie abría, quizá seguía dormida, Bombón ladraba muy alegremente como si le diera gusto que estuviera ahí. Al fin abrió la puerta y se paralizó.

Corrí hacia ella y la abracé, torpemente me devolvió el abrazo.

¿Qué haces aquí, Thomas? — pregunto casi en un hilo de voz

—Vine a felicitarte y a hablar contigo, Nashira! Yo te amo, no quiero estar un minuto más sin ti.

Thomas, no es el mejor momento.

¿Por qué? — pregunté.

Pero no fue necesario que respondiera, vi salir a Samuel Claflin de su habitación, inmediatamente me separé de ella.

No estás lista para tener una relación conmigo, pero si para acostarte con este imbécil! — le grite

Cálmate, no es lo que piensas

¿No? Mierda, Nashira! — me pasaba las manos por el cabello — Yo vine a decirte que nos diéramos una oportunidad y tú estás cogiendo con otro!

Cálmate, Tom — me dijo Sam

No me voy a calmar!— gritaba muy alterado.

No tengo una relación Sam, hemos salido estos meses, pero no hay ninguna etiqueta, ninguna relación...

Ya entiendo! ¿El sí acepto tu estúpida idea de solo amigos? — me reía irónicamente

Yo estoy dispuesto a esperar lo que sea necesario para que Nashira esté preparada para una relación — hablo Sam

No me dirijas la palabra! Si alguien ha esperado, soy yo! Llevo años amando a esta mujer...

Thomas, cálmate! — rogaba Nashira

¿Esto, Nashira? Esto se acabó, aquí! No pienso seguir rogándote! Me cansé! — grité exasperado— Se te acabó el idiota de Tom que siempre vuelve a ti.

No digas eso, por favor! — me agarró del brazo

Suéltame! — grite más fuerte y jale mi brazo para que me soltara — No volveré a buscarte, jamás!

La constelación de mi almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora