Soy Nashira, soñadora empedernida como mi padre.
Enamorada de un hombre de sonrisa despreocupada y alma hermosa.
Fotógrafa y bailarina de profesión y un alma libre por convicción.
Acompañame a leer este fic 💚
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Nashira:
Abril 2016
Hace un mes que todo terminó definitivamente con Thomas, me siento tan mal por haberlo lastimado, no intenté buscarlo más, no he hablado con nadie porque sé lo que me dirán y tienen toda la maldita razón.
Fui inmadura al irme así de su lado, fui una idiota por meterme con Sam, pero de verdad que lo único que quería era olvidarme de los besos de Thomas.
El a diferencia de Raphael lo había logrado por un instante, me siento sola y no me gusta.
Mi teléfono no para de sonar con mensajes y llamadas de mis amigas, las he ignorado todo este tiempo, he sido un zombi que solo camina al trabajo y a casa.
Necesito a Thomas... pero sé que lo perdí para siempre.
—Te ves tan deprimida desde tu cumpleaños, Nashi ¿Qué te pasa? — me pregunta Fernanda con genuino interés.
—Perdí al amor de mi vida, para siempre...
—Pero Sam te manda flores cada semana ¿De que amor hablas?
—Del hombre que amo desde que tengo uso de razón, hace 8 años comenzamos una relación, lo deje 2 años después por algo que me hizo — no iba a entrar en detalles — después de casi 3 años volvimos, tuvimos un hijo hermoso que murió y lo deje... en mi cumpleaños llegó y me encontró con Sam. Se enojo demasiado y se fue.
—Que mini resumen, necesito detalles, tía!
—Los detalles sobran, lo que importa es que lo perdí para siempre, cambio su número y se fue.
—Qué triste Nashi, dale tiempo. Quizá solo fue por el calor del momento de verte con Sam.... que por cierto esta como quiere — simuló como un beso al aire.
—No lo creo...
—No pierdas las esperanzas y si ya no quieres a Sam... me lo mandas — se reía
—Eres increíble, Fer
—Lo soy, tía! Lo soy! — hizo su cabello para atrás con presunción
Entre a mis clases del día y al salir me encontré con Michael
—Nashira, te invito a tomar un café o lo que quieras!
—No puedo, Michael.
—Claro que puedes, anda!
—Necesito pasear a Bombón — trataba de zafarme
—Te acompaño — dijo entusiasmado.
Caminamos en dirección al departamento y Bombón le hizo mucha fiesta a Michael, no entiendo porque a Sam siempre le ladra feo.
