Capítulo 126 - Sardi's

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Tom:

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Tom:

Llegue al restaurante y solo estaba Zawe, no me molesta en absoluto, yo la considero amiga y colega.

¿Y Charlie? — pregunte

Solo seremos nosotros esta vez — sonrió

Bueno ¿Ordenamos? — pregunte

Claro — tomo la carta

Ordenamos, la cena sucedió de lo más normal, el tema de conversación con Zawe no se terminaba, reímos y bromeamos.

Al salir del restaurante había un maldito fotógrafo, maldije para mis adentros, rogué al cielo no llegaran a ojos de Nashi, no estoy haciendo nada comprometedor, pero no quiero que lo tome a mal.

Al día siguiente en cuanto me desperté ya estaban las fotos con en internet, Nashi no me llamo.

Decidí hablarle yo y aprovechar en ver a Anne, pero no me respondió.

Llame a su oficina y Mabe me dijo que estaba en una junta con Alejandro, él lleva años ayudándole con lo de la herencia de Sam.

Por favor en cuanto pueda, que me llame — le dije

Claro, señor— dijo Mabe en un tono muy amable

Pasaron horas y nada que me llamaba, me fui al teatro del peor humor que se pueda tener, di la primera función, no me sentí satisfecho con la actuación

¿Qué te pasa, Tom? — preguntó Charlie

¿No viste las fotos? — pregunte

Así es, pero solo se ven saliendo de un restaurante — se encogió de hombros

Lo sé, pero Nashi no me responde el teléfono... está celosa de Zawe — pasaba mis manos por mi cabello

Tranquilo, ya te llamará — palmeo mi hombro

Salió de nuevo del camerino y me quede solo, revise el celular, no tenía noticias de Nashi.

Llame a mi madre, quizá ella sabía algo

Hola, cariño! ¿Cómo estás? — dijo muy animada

Hola madre, en lo que cabe bien ¿Y tú?

Todo bien, estoy con Anne y justo va llegando Nashi — se escuchó la puerta abrirse

Pasamela, por favor — le pedí a mi madre

Nashi, te habla Tom — oí silencio y unos segundos después me contesto

Buenas noches, Thomas — dijo muy seca

Amor, hasta que te localizo — dije para tantear el terreno

No quería hablar contigo ¿Que necesitas? — preguntó muy fría

La constelación de mi almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora