Capítulo 75 - Reencuentro

99 18 12
                                    


Tom:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tom:

Llegué hace tres horas al departamento de Nashira, nadie abría solo se oía a un perrito ladrar. Decidí esperar igual no es como que tuviera otra cosa que hacer en España.

Estaba muy impaciente no llegaba y ya era muy noche.

¿Dónde estaría? ¿Saldría con alguien?

Quizá ya tiene un novio o algo, intenté sacar esas ideas de mi mente.

Solo rogaba porque no llegara acompañada o de verdad que no sé cómo podría reaccionar, oí unos pasos subiendo por las escaleras y me levanté.

Quizá sea Nashi y efectivamente así fue, en cuanto me vio se paralizó, sus ojos se llenaron de lágrimas.

Nashira! — corrí a abrazarla

¿Thomas, que haces aquí?

Mi amor, tengo 3 meses sin verte — besaba su cabeza.

No debiste venir — se separó un poco de mí.

Mi abrazo era fuerte y le costó un poco zafarse.

Tenía que venir, cortaste tu cabello! Te queda muy bien — limpie una lagrima de mi mejilla.

—Gracias — con las manos temblorosas abrió la puerta y de inmediato un perrito corrió a sus pies.

Nashira sonreía, lo cargo y este empezó a darle cariñitos en la cara, entro con el cachorro cargando.

Pasa! — grito desde adentro.

Entre al departamento, era pequeño y blanco como a Nashira le gusta.

Está muy bonito — volteaba a ver todo, note una foto de Daniel y mia encima de una repisa. La tomé entre mis manos y sonreí.

Gracias, me va bien siendo maestra de baile

— Me da mucho gusto.

Sé que viniste para platicar de la forma tan abrupta en la que me fui... lo siento, Thomas. De verdad lo siento, no tengo palabras para pedirte perdón — dijo Nashira y algunas lágrimas corrían por sus mejillas.

Eso ya no importa ahora que te encontré — me acerqué para abrazarla, pero se retiró — ¿Qué pasa? ¿Por qué no me dejas abrazarte?

Porque necesito decirte algo, siéntate.

Estaba muy desconcertado, no sé qué pasaba y tampoco me interesaba, solo quería tener a Nashi entre mis brazos.

Al fin lo encontré...— sus palabras hicieron eco en mi cabeza.

¿Que? — pregunté sin comprender al 100

La constelación de mi almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora