Capítulo 15 - Guión

203 24 23
                                    

Tom:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tom:

No sé porque le causaba tanto conflicto a Nashira lo que dijeran nuestras madres, estamos perfectamente así, aunque su comentario de que no sabe bien que pasa entre nosotros me hizo darme cuenta que no hay una etiqueta en nuestra relación.

¿Debería pedirle que sea mi novia?

Creo que sí

La amo tanto que por mí me casaría en este momento, pero ella es aún muy joven. Lo bueno es que aun no soy conocido, pudimos andar por el supermercado tranquilamente.

Note que un chico se le quedó viendo y de inmediato fui y la abrace por detrás

Si, soy celoso!

Creo que tus hermosos ojos no pasan desapercibidos, mi amor— dije dándole un beso en la cabeza.

Tampoco tus celos!— se burlaba de mí

¿Porque te burlas de mis celos? ¿Crees que es un defecto muy grande? — baje la cabeza

Supongo que si se mantienen de este tamaño no habrá problema— me dio un tierno beso en los labios y siguió empujando el carrito

Tenía razón, debía controlar mis celos... no me quería convertir en Jessica

Pusimos pastas y carne en el carrito, quería cocinarle cosas deliciosas, compramos muchas cosas de aseo personal y salimos de ahí.

Quiero rentar un auto

Sería buena idea, amor— bajo una de las bolsas que traía en la mano— ya me duelen mis manitas faltan varias calles jaja

Dámelas, te ayudo

No! Ve como vienes tú también! Mejor caminemos rápido

Y empezó a caminar sin voltear a ver si la seguía o no.

Suspiré al verla, hasta apresurada es hermosa.

Llegamos al apartamento, acomodamos todo y fue cuando me percate de todos los dulces que traíamos.

Tanta chatarra!

Amo comer chucherías!— hizo cara de puchero

Y yo amo comerte a ti— se mordió el labio

Eso me gusta más que las golosinas!

—Te quiero mucho, Nashi — sonreí

Tengo que buscar si por aquí hay algún salón de baile! Hace casi 2 semanas que no me estiro — cambió el tema

Has hecho mucho ejercicio, princesa— respondí con una sonrisa pícara

Demasiado! Pero no me refería a eso— se sentó en el sillón

La constelación de mi almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora