Soy Nashira, soñadora empedernida como mi padre.
Enamorada de un hombre de sonrisa despreocupada y alma hermosa.
Fotógrafa y bailarina de profesión y un alma libre por convicción.
Acompañame a leer este fic 💚
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Tom:
Me encantaba poder pasear y reír con Nashi libremente. Sin Donati alrededor. Mi celular nos reventó la burbuja, era una llamada de mi madre.
—Buenas noches, madre— conteste
—Buenas noches, William ¿Puedo saber dónde estás? — cuestionó— quedaste en llegar con Donati ¿Y cuál fue mi sorpresa? Que él llegó con novia!
—¿Todo un acontecimiento verdad? — intenté cambiarle la plática
—Claro que sí, pero tú dime ¿Dónde rayos estás? — casi sentí que gritó— Johana está colgada de la lámpara buscando a la niña!
—Estoy en Italia con Nashira, ella está aquí a mi lado.
—Pasamela antes de que a Johana le dé un infarto
—Te habla tu mamá — le pase el teléfono a Nashira
—¿Aló? — podía oír los gritos de Johana
Le gritaba en español, extrañamente de esa familia solo ellas dos lo dominaban perfecto. Es el idioma que Johana usa para regañarlos, es gracioso como suelta maldiciones a diestra y siniestra.
Nashira:
Mi madre me gritaba sin compasión por el teléfono
—¿Que carajos crees que estás haciendo, niña?
—Viajando como te dije la última vez que hablamos!
—¿Con Tom? ¿Por qué haces la idiota? — grito qué creí que Thomas escucharía— ¿Qué pretendes?
—No pretendo nada madreeee! — grite molesta — No me veo nada de malo a qué dos amigos viajan juntos! Para el drama!
—¿Drama, Nashira? ¿Drama? Tanto tú como yo sabemos que lo que sientes por Tom no es amistad!
—¿Y eso que? Soy mayor de edad
—Pero eres una niña inmadura, te lleva 10 años... eso jamás funcionará!
—Mira quien habla! reí irónicamente— Papá te lleva 12 años y ha funcionado perfectamente!
—Es diferente, entiende y regresa a casa... por favor!
—No regresaré, déjame vivir mi vida! — colgué el teléfono y se lo regresé a Thomas.
Caminamos en silencio hasta el hotel, íbamos en el elevador hacia la habitación cuando el solo le abalanzó sobre mí. Me besó de nuevo... está vez ya no había frenos en su beso, había más pasión.
Está vez pude sentir su lengua entrar en mi boca.
Empezó a bajar su mano al final de mi vestido cuando se abrieron las puertas del elevador.
