Soy Nashira, soñadora empedernida como mi padre.
Enamorada de un hombre de sonrisa despreocupada y alma hermosa.
Fotógrafa y bailarina de profesión y un alma libre por convicción.
Acompañame a leer este fic 💚
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Nashira:
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Marzo 2011
La enfermedad de mi madre nos tiene tristes, cada día se ve peor y no podemos hacer nada para ayudarla. Las chicas me han apoyado mucho, hasta la señorita Madelyn... bueno Mady ya se volvió una de nosotros y ha venido a visitar a mi madre.
Thomas recibió una propuesta para otra película en Marvel y está muy entusiasmado, empieza a grabar en un mes.
—Abril será un mes muy ocupado— le dije— es la premier de Thor y empiezas a grabar la siguiente película ¿Qué se siente ser un villano?
—Me agrada, yo no soy como Loki, pero todos tenemos un lado malo
—Me gusta cuando me das órdenes mientras hacemos el amor.
—Justo así habla Loki.
—Me gusta Loki— me senté en su regazo y empecé a darle besos en el cuello
—Estamos en casa de sus padres!
—Están en la cita médica de mamá, tardarán un par de horas.
—Entonces vamos! — me cargó y me llevo a la habitación — esto tendrá que ser rápido... no quiero que nos descubran
—Si papi...
—No me digas así. — se puso encima de mí y empezó a quitarme la ropa.
Algunos botones de mi blusa salieron volando
—Me debes una blusa, Hiddleston!
—Te compro las que quieras!
Me besaba el cuello y una de sus manos bajo a mis pechos.
Le encanta apretar mis pezones y eso me excita demasiado, gemía en su oreja, pude notar que su pantalón no podía más con la erección.
Me quitó el pantalón con tanta prisa que se llevó mis pantis también, besaba mi mandíbula y mi oreja mientras introducía dos dedos en mí.
—Amo que siempre estés lista para mí, levántate!
El tono de voz le cambiaba y era excitante.
Me recargo de frente contra la puerta de mi habitación, de golpe entro en mí. Puso una mano en mi nuca para que no me moviera, con la otra masajeaba mis pompis, empecé a moverme yo también, pude ver qué hizo la cabeza hacia atrás.
Mi orgasmo llegó, pero Thomas tapo mi boca para que no me escuchará nadie.
—¿Te gusta? — pregunto en mi oído
—Si papi, no pares!
Jalo un poco mi cabello y mi cabeza se hizo para atrás, me besó desesperadamente, su lengua entraba en mi boca y gemía bajito.
