TOUCH

Capítulo 48

El sueño de anoche se vino a mi mente y lloré nuevamente mientras caminaba hacia un lugar en donde poder sentarme, las nubes ocultaban el sol haciendo ver todo gris, tal cual como mi estado de ánimo.

Me dejé caer en el suelo acostándome sobre el césped y lloré no sé por cuanto tiempo. No sé si me quedé dormida o caí inconsciente, pero por un momento sentí que me había alejado de la realidad, empecé a sentir un poco de frío y había algo de estática en el aire. No me importaba si llovía pronto, en realidad nada me importaba, así que volví a cerrar mis ojos.

— No creo que sea buena idea quedarte aquí mientras amenaza con llover.

Di un respingo abriendo mis ojos de golpe. Tyler estaba de pie frente a mí. Mi corazón latía acelerado por el susto.

— Eso no debe de importarte —respondí con malestar. ¿Qué estaba haciendo él aquí? Y ¿Por qué no disminuía hasta la normalidad mi ritmo cardiaco?

— Claro que me importa.

— Tyler...

— ¡Alysha ante todo somos amigos! Por eso me importa.

Lo miré por unos segundos, él me ofreció la mano para levantarme y no la tomé.

— Por favor, no esperes a que llueva, te enfermarás.

Seguía con la mano estirada, mientras yo lo observaba, estaba determinado a no dejarme en paz.

Resoplé e incorporándome tomé su mano, la energía pasó por ellas, era esa sensación parecida a la que sentía con John, el recuerdo me abrumó y cuando estuve de pie me mareé tambaleándome de lado y Tyler me sostuvo.

— No estás bien.

Respire profundo y el mareo se hizo más débil pero aún estaba presente.

— Si, estoy bien —Le contesté aunque sin mucha convicción.

— Te has puesto pálida.

— Solo fue un mareo no he comido bien estos días.

Sutilmente me saqué sus manos de encima, no quería su lástima.

— La camioneta está aquí cerca, puedo llevarte a tu casa.

— No es necesario, tal vez solo necesito un poco de agua, he de estar deshidratada.

Tyler recogió la mochila del suelo y sacó una botella, la abrió y me la ofreció. No parecía rendirse en su plan de lacayo. Me tomé dos largos tragos.

— ¿Mejor? —preguntó sin desviar su mirada de mí ni un segundo.

Asentí.

— Sigues pálida de todos modos ¿Segura que estás bien? —no respondí— Te llevaré a tu casa.

En realidad no me sentía nada bien, las náuseas habían vuelto pero traté de calmarlas, era solo la sensación en el estómago, supongo que al estar vacío no había nada que devolver, así que accedí a que Tyler me llevara.

No pronunció una palabra durante el viaje, solo me miró un par de veces unos segundos y volvía a enfocar su mirada al frente.