Capítulo 67.1

3 2 0
                                    

Tyler

A lo lejos de la casa, pude ver las luces del interior encendidas lo que me hacía poner tenso y noté como John a mi lado enderezaba su espalda.

¿Por qué el Ór-hunter tendría las luces encendidas? Entonces me detuve a unos metros de distancia. Apagué el motor, saqué la llave del encendido y salimos con cautela hacia la casa.

— ¿Crees que nos esté esperando? Es extraño que haya luces.

John negó con la cabeza.

— No a nosotros, a las chicas, igual es bastante extraño, pero obviamente está preparado para enfrentarnos. Mi padre es peligrosamente letal, así que ten cuidado.

Llegamos en silencio y nos acercamos a las ventanas ocultándonos entre las sombras.

— ¡Yo soy la que ha vivido aquí, aunque todos creían que era ella, mi hermana siempre ha estado con John ¡ellos en verdad se aman! ¿por qué usted no puede verlo?!

— ¿Ashley? ¿Qué hacen aquí? —pregunté al viento.

— Si Ashley está aquí Lys también lo está.

No des un paso más o le disparo.

Al escuchar eso ambos corrimos como locos.

— ¡Le disparará a Lys!

Rodeamos corriendo la casa hacia la puerta, saqué las llaves pues no caería a patadas, abrí la cerradura y John empujó su cuerpo hacia el interior llevándome con él.

Alysha estaba iluminada por completo en luz dorada, no sólo sus manos destellaban como alguna vez las vi hacerlo, todo su cuerpo lo hacía.

Miré sus ojos y eran de un dorado como oro líquido, estaba aterrada.

A unos pasos de ella, estaba el que supuse era el padre de John. Ya no le apuntaba, pero por su brazo iba subiendo el poder de Alysha haciendo la conversión.

¡Pensé que eso era imposible en seres vivos!

El hombre parecía haber enloquecido de horror, estaba shockeado, mirando como su brazo y su cuerpo se tornaba dorado.

Cayó de rodillas y John corrió hacia él mientras yo me acerqué a Alysha por su espalda.

— Alysha, ¿Puedes controlarte? Ya todo estará bien.

Ella no respondía, al parecer también estaba en shock, sea como hubieran sucedido las cosas ella no estaba bien.

— John... siento lo de tú padre pero Alysha te necesita.

Él volteó a verla aún desconcertado, lo que hizo que ella se levantara de un golpe del sillón.

— Nena estoy aquí. Nadie va a hacerte daño.

Él trataba de acercarse con cuidado de no asustarla más.

— Parece que no nos escucha, el don la está consumiendo, la matará —Dijo Ashley acercándose a ella.

— ¡¿No podemos hacer nada para ayudarla?! —John estaba desesperado. Ashley se acercó y levantó una mano hacia Alysha.

— Ashley no creo que sea buena idea.

Todo cuánto sabía sobre el don de Midas estaba muy por debajo de lo que sucedía en este instante.

No dijo nada.

— Ashley ¿Qué haces? —Ahora también Sarah intervenía— Ashley sé lo que tratas de hacer, ya lo intentaron una vez y no funcionó.

Alysha igualó su mano con la de Ashley y el poder de Alysha las atravesó como un rayo saliendo disparadas en direcciones contrarias.

— ¡Lys!.

John gritó y corrió hacia Alysha al tiempo que yo corría hacia Ashley. La sostuve en mis brazos acunando su cabeza en mi regazo. No sabía que más hacer para ayudar, me sentía impotente.

— ¡Maldición, Ash! Abre los ojos.

Aparté unos mechones de su cabello dorado que se cruzaron en su rostro y pegué mi frente con la suya. Eso la llenaría de valor.

— Ash, por favor, abre los ojos y mírame.

No había respuesta. Puse mi mano sobre su pecho y sentí su corazón latir, de repente estaba reviviendo el día del accidente de Alysha.

¿En que momento pasó todo esto? ¿Por qué me sentía aturdido si se trataba de Ashley?

— Ashley por favor...no me hagas esto.

La apreté un poco más contra mi cuerpo.

— Por favor...

Sentí movimiento en ella y levanté mi rostro para observarla. Hizo un pequeño quejido como sí algo le doliera y movió sus párpados hasta que pestañeó un par de veces y lentamente abrió los ojos. Vi un leve matiz dorado alrededor del iris.
Era extraño.

— ¿Puedes dejar de mirarme así y ayudarme a poner de pie?

Asentí. En un movimiento delicado la ayudé aunque seguí sosteniéndola.

John levantó en brazos a Alysha. Sarah estaba junto a ellos.

— Creo que sólo está desmayada y luciendo así no puedes llevarla a la ciudad. Recostémosla en una habitación.

Mi mirada viajó de inmediato a Alysha para ver a que se referían.

No daba crédito a lo que mis ojos veían.

TOUCHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora