Había venido a buscar a Tyler precisamente por esto. Nuestras mentes parecían estar conectadas. No era momento de acobardarse, se trataba de la vida de mi bebé, el bebé que el amor de mi vida había engendrado en mí. No tenía más nada que pensar, era mi única opción.
— Si Tyler, me casaré contigo.
Agarró mi mano y tiró suavemente de ella poniéndome en pie, me envolvió en un abrazo con tanta ternura que no me negué a recibirlo. Lágrimas salieron de mis ojos cuando le sentí depositar un beso en mi frente, era como sentir a John tomar posesión de él y por eso lo abracé con fuerza. Me aferré a mi salvador, al amigo, al dueño de los ojos azules.
***
Entré de vuelta sin hacer ruido, Tyler me había traído hasta la puerta de mi casa y se despidió con una sonrisa. Me sentía agotada y quería dormir, así que en silencio subí las escaleras hasta llegar a mi habitación, giré el pomo y entré con sigilo, al darme vuelta casi me muero del susto.
Mi hermana estaba acostada en mi cama esperándome.
—¡Hasta que por fin llegas! —Ella estaba con un pijama mío puesto y su cara lavada— Tuve que hacerme pasar por ti porque papá vino a darte un sermón que obviamente tuve que soportar yo.
Se levantó quedándose sentada en el borde.
— ¿Gracias? —Pregunté dudando si para ella no era suficiente un agradecimiento.
Hizo una mueca con su labio superior.
— ¿Solo gracias? Te salvé el pellejo. No sabes cómo está papá de furioso contigo. Me tocó aceptar que te casarías con Tyler a las buenas. Aunque sé que serán muy infelices porque tú estarás enamorada de... ¿John? Toda la vida.
Tragué la bilis que se había subido a mi garganta, con la mención de mi amado John.
— ¿Por qué lo hiciste Ashley? Digo, es un problema que no te afecta.
— Solo quise ser una buena hermana, las personas cambian Alysha.
— ¿Qué quiere decir eso?.
— Alysha...tú y yo no éramos las mejores hermanas que digamos y siempre sentí celos porque quería a Tyler, pero quiero recuperarte.
Dicho eso salió de mi habitación, no recordaba aún la relación que había tenido con mi hermana antes del accidente pero me ponía nerviosa estar cerca de ella.
Caminé hacia el baño y me duché con agua caliente, al salir me senté en mi cama y miré mi mesa de noche, abrí el cajón y tomé mi iPhone, en Frigia no había recepción así que no serviría para hacer llamadas, pero abrí la galería multimedia y empecé a pasar las fotos que había tomado, eran fotos de Lena, John y yo en el sofá comiendo palomitas de maíz mientras veíamos una película, John y yo en Montpellier, en el sendero, en el lago, en la cabaña y una foto de John con su sonrisa ladeada, se me partió el corazón en diez mil pedazos y no aguante más el llanto dejándome caer en las almohadas.
— Lo siento, lo siento mucho. Te amo, pero debo cuidar de nuestro bebé y voy a protegerlo sin importar lo que tenga que hacer.
Besé la pantalla mojándola con mis lágrimas. Puse el celular en mi almohada y me quedé mirando la foto de John hasta quedarme dormida.

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TOUCH
RomanceTouch es el primer libro de una serie de mi autoría llamada Los hijos del Rey Midas, escrito desde el punto de vista de distintos personajes. Cuenta la historia de una chica favorecida con un fantástico don, guardianes y cazadores a su paso, intriga...