La auxiliar de vuelo anunció nuestro aterrizaje en el aeropuerto de la ciudad de Montpellier. El pronóstico del clima anunciaba lluvias parciales, según John esto haría un poco complicado llegar al sitio donde nos quedaríamos. Con todo y eso, se reservó la mayoría de los detalles de nuestro lugar de estancia.
Partimos hacía el lugar X en una enorme camioneta que John había alquilado. Cuando salimos de la zona urbana, aún estaba oscuro el cielo pero podía apreciar la silueta ennegrecida de las montañas que se alzaban a lado y lado de la carretera sin asfalto, a pesar de la velocidad que John había alcanzado.
Súbitamente, imágenes comenzaron a llenar mi memoria. Flashes contenidos de información, recuerdos de senderos, calles, árboles y el hermoso claro con el que muchas noches había soñado... No entendía como es que sabía que se trataba de Frigia, pero estaba segura de no equivocarme.
Me agarré con ambas manos la cabeza al sentir el dolor pinchar fuerte deteniendo la riada de información, escuchaba la voz de John pronunciando mi nombre como si estuviera detrás de una pared que amortiguaba el sonido; no le respondí, no podía hacerlo, tenía que forzarme a recordar, necesitaba saber como llegar a Frigia pero solo una cosa más punzó mi mente... Ashley.
Abrí mis ojos como platos, había recordado el nombre de mi hermana y con el recuerdo de su nombre el dolor me embargó ¿Por qué me dolía tanto recordarla?
Lágrimas humedecieron mis pestañas y aunque intenté guardarlas dentro, no pude; sentía oprimido mi pecho y mi sangre se había helado haciendo que mis latidos disminuyeran.
«¿Qué me pasaba? »
— ¿Qué sientes? —John se mostró perturbado por mi repentino cambio de estado; soltó sus manos del volante y dirigió mi rostro al suyo para que lo mirara— ¿Lys? Contéstame.
Tragué forzada y aspiré una bocanada de aire.
— Yo...vivía en Frigia —casi no encontré mi voz para decirlo, la opresión en mi pecho me cerraba la garganta—, lo recuerdo, aunque no sé donde está o como llegar allá.
Juntó nuestras frentes con suavidad mientras yo bajé mis manos y luchaba por no quebrarme completamente.
— Ciertamente. Amor, tú eres lo más preciado para los hijos de Midas, siempre he pensado que lo único que les llevó a sacarte de allí fue tu accidente, de otra manera no se habrían arriesgado —suspiró y el cálido aire expulsado de sus pulmones me hizo estremecer—. Los recuerdos de esa vida a la que yo no pertenezco llegaran a tí paulatinamente.
Alejó sus manos tomando el volante nuevamente y poniendo la marcha. Sacudí mi cabeza alejando los malos pensamientos que me abordaban, John no podía estar contemplando la posibilidad que al recordar yo lo abandonara. Eso no pasaría, lo quería demasiado.
Al pasar los minutos, noté a través del parabrisas las luces de una construcción aunque no distinguía que era.
— Llegamos —habló de nuevo deteniendo la camioneta—-. Bienvenida a "Le ciel"
Había dejado de llover y se notaba como la luz violácea se filtraba por las montañas.
— ¡Wow! es muy hermosa —John me ayudó a bajar ofreciéndome su mano.
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TOUCH
RomantizmTouch es el primer libro de una serie de mi autoría llamada Los hijos del Rey Midas, escrito desde el punto de vista de distintos personajes. Cuenta la historia de una chica favorecida con un fantástico don, guardianes y cazadores a su paso, intriga...