Alysha
— Lys, despierta — escuché apenas un hilillo de la voz de John en medio del sueño abrazador, sentí las suaves caricias de su mano en mi mejilla izquierda, mis parpados estaban pesados para separarse y como señal del deseo inminente de seguir durmiendo.
» ¡Vamos dormilona despierta! —insistió él.
Luché contra el sueño y abrí mis ojos lentamente, encontrándome con el rostro borroso de John. Aún estaba algo oscuro y supuse de inmediato que era muy de mañana.
Pestañeé varias veces aclarando mi visión hasta que logré enfocarme en sus ojos.
— ¡Hey! —su tono suave me sacó una sonrisa— Lamento despertarte, pero acabo de recibir una llamada de Kyle.
— ¿Kyle? —aún me sentía atontada. Lentamente me senté en la cama para terminar de alejar el sueño— ¿Qué hora es?.
— Son las 5:10 a.m. Tenemos que ir a la ciudad, vístete y abrígate bien.
— ¿Quieres que vaya contigo? Me habías dicho mil veces que no ¿Por qué ahora vas a llevarme? ¿Pasa algo grave?
— No hagas tantas preguntas, solo haz lo que te digo ¿sí? —me miró con una dulzura que derritió mi corazón y no le seguí discutiendo, solo asentí.
...
Las claras farolas alumbraban el camino que nos lleva hacia la ciudad. Aún no entendía la razón por la cual John me había traído consigo, él había insistido tanto en lo peligroso que era, que la maquinaria en mi cabeza comenzó a engranar un centenar de razones por las cuales prefirió ésto a dejarme en casa, y todas tenían algo en común, la muerte volvía a rondarme.
Ya se me hacía bastante conocida esta trayectoria, podía afirmar con toda seguridad que estábamos por entrar en la ciudad.
A la izquierda, había un desvío hacia una carretera angosta, John condujo en esa dirección.
— ¿No vamos hacia la ciudad?
— Técnicamente estamos en la ciudad, solo que no hemos entrado a la zona urbana.
Volví mi vista al frente y a los pocos minutos John detuvo el carro. Salió de inmediato y me ayudó a bajar como de costumbre.
— Este es uno de los sitios que tanto quise mostrarte. Hemos vivido tan intensamente y todo ha pasado tan rápido que no he tenido tiempo para hacer contigo mil cosas que he deseado.
Sus ojos brillaban de una manera hermosa, estaba desnudando sus sentimientos y eso me hacía sentir mariposas en el estómago. Me tomó de la mano entrelazando nuestros dedos y me llevó un poco más allá, mostrándome más del lugar a donde habíamos llegado. Un mirador.
En la parte baja del precipicio podía ver un hermoso bosque verde que se perdía en el horizonte. Todo era hermoso hasta donde alcanzaba a mirar, fui haciendo una panorámica hacia mi derecha y podía verse parte de la ciudad, edificios y conjuntos residenciales de lo mejor, que contrastaban de una manera extraña con el bosque espeso. Aún había algo que rondaba mi cabeza y sentí que tenía que sacarlo, aquí, en este preciso momento.
— John, lo que dije sobre...
— Lys, no es necesario.
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TOUCH
RomanceTouch es el primer libro de una serie de mi autoría llamada Los hijos del Rey Midas, escrito desde el punto de vista de distintos personajes. Cuenta la historia de una chica favorecida con un fantástico don, guardianes y cazadores a su paso, intriga...