Tenía sentimientos encontrados; por un lado, estaba el deseo ferviente de ver a mi familia, saber si estar en aquel lugar, Frigia, ayudaría a recobrar mi memoria por completo. Pero también sentía rechazo a la idea de volver allí solo para que me obligaran a casarme, más cuando no existía la más diminuta esperanza que ese alguien fuese John.
Tal vez si conseguía un trabajo de medio tiempo y la certificación de mis estudios, comenzaría una nueva vida, una vida normal, sin mitos, dones, ni nada por el estilo.
Resoplé con pesadez sintiéndome cansada de tanto darle vueltas al asunto ¡estaba escogiendo entre mi familia y el hijo de un Ór-hunter!
Pero al igual que yo no quería el destino que mi familia había trazado para mi, John tampoco deseaba ser mi enemigo y convertirse en cazador. Ambos eramos víctimas de las circunstancias en que nos conocimos.
[Pasajeros les habla su capitán, favor abrochar sus cinturones, estamos por aterrizar en el aeropuerto internacional de Pactolo, por su seguridad manténganse en sus asientos]
¿Cuantas veces mi padre habría recitado las mismas palabras que la voz masculina en el sistema de audio del avión?
— Amor... ¿Estás bien? No has dicho nada desde que abordamos y te noto intranquila —John habló mientras abrochábamos nuestros cinturones— ¿Te dijo algo Helena cuando la llamaste?.
Sonreí para disimular.
—No, ella está con tu hermano Kyle, solo dijo que regresaban por la mañana —le miré tratando de aparentar naturalidad y él entrelazó su mano a la mía dándole un suave apretón al tiempo que besaba mi mejilla.
Sabía que John estaba preocupado por la forma en que había terminado la reunión con mi padre, no preguntó nada sobre aquello y yo sabía que no era por falta de interes, aun así, la tensión estaba dispersa en el aire encapsulado del avión.
Aterrizamos sin contratiempos, buscamos nuestro equipaje y fuimos a recoger el auto de John.
Reunirme con mi padre me había afectado demasiado, por alguna extraña razón sus palabras hacían eco en mi cabeza sin detenerse. "Muchas cosas vitales dependen de ti"
¿y si estaba siendo egoísta al negarme a ir con él?.
Entonces el nombre Tyler aparecía y no quería pensar en lo que él y yo pudimos haber vivido. Ya había tomado mi decisión, yo había escogido a John y con él me quedaría.
John parqueó el carro al llegar al apartamento de Helena y me miró, con el entrecejo fruncido y sus labios apretados formando una línea. Salió del carro, lo rodeó para abrir mi puerta, bajó mi maleta y me tomó de la mano guiándome hasta el apartamento de Helena.
— Mañana vendré a verte, trata de dormir, lo estás necesitando —se acercó para darme un beso y pude notar en sus ojos el torbellino de pensamientos que giraban en su cabeza, y yo era la causante de la gran mayoría.
Quería hacer algo para tranquilizarlo, quería que ésta vez pudiera ser yo quien hiciera algo por él.
— ¿Quieres quedarte a dormir conmigo? —lo miré suplicante, mordiendo mi labio con torpeza— no creo que pueda dormir si estoy sola. Hoy ...
Me dio un beso suave y acarició mi nariz con la suya.
— Claro que si amor, me quedaré a cuidar de ti.
Sonrió por unos segundos y lo tomé de la mano para llevarlo hasta mi habitación; sin pensarlo me saqué la chaqueta, los zapatos, los Jeans, la blusa y fui al closet, abrí una gaveta y saqué un top y un short de algodón, le di la espalda a John, me quité el sujetador y me puse el top y el short que había sacado y me giré hacia él. Estaba atónito, no se movía de su lugar así que sonreí para romper el iceberg en el que había quedado atrapado.
— ¿Piensas dormir con toda esa ropa puesta? —No era que esperara que John se desnudara para dormir conmigo, pero al menos que se pusiera cómodo.
Quité unos almohadones y el grueso cobertor tirándolos al suelo, me acosté y usé solo una cobija para abrigarme.
Él pestañeó un par de veces mientras yo lo observaba. Se quitó la chaqueta y los zapatos dejándose el resto de su ropa y se recostó a mi lado, pasando su brazo por debajo de mi nuca y me aferró a su cuerpo.
— Lys, ¿Quieres decirme lo que pasa? —empezó a trazar líneas imaginarias con sus dedos a lo largo de mi brazo. Recosté mi cabeza en su pecho y cerré los ojos.
—¿Decirte qué ?.
Estar así, junto a él, pegada a su cuerpo me hacía sentir segura.
— ¿Qué fue eso que pasó hace un momento? no te comportaste como tú misma, no lo sé... —su voz se apagó.
— No pienses eso —enterré mi cara en su pecho e hice una respiración profunda— solo... estoy un poco enfadada conmigo misma. Debería estar feliz por haber encontrado a mi padre ¿no? Pero no me siento así.
— Sé que no es fácil lo que estás pasando —habló con dulzura y me pegó más a él— Lys, no te fuerces a hacer cosas que no sientes. Date tiempo para asimilarlo, yo voy a estar siempre contigo y...
Mi celular sonó. El identificador mostraba una foto de Helena en pantalla. Miré a John y el asintió para que contestara.
— Hola Lena, ¿Pasa algo? No esperaba noticias tuyas hasta mañana, es casi de madrugada.
— ¡Cállate Lys y escúchame! —su voz era un susurro— debes salir ya mismo del apartamento, llamé a John y trae su móvil apagado.
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TOUCH
RomanceTouch es el primer libro de una serie de mi autoría llamada Los hijos del Rey Midas, escrito desde el punto de vista de distintos personajes. Cuenta la historia de una chica favorecida con un fantástico don, guardianes y cazadores a su paso, intriga...