Capítulo 52

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Temía a la reacción del consejo ante mi reciente descubrimiento y ahora todo se había agravado. Mi cuerpo comenzó a temblar, podía leer el peligro amenazante en rostro de mi padre, a pesar del escudo protector de mi madre.

— Estuviste con un ór-hunter que tiene sangre Gutsherr. Te uniste a un cazador, Alysha. Y sigues unida a él por alguna extraña razón.

Mis entrañas se contrajeron con su tono acusador ¿Sería por el bebé? Ellos ahora lo descubrirían y le harían daño. Nos matarían a ambos.

Lágrimas rodaron por los costados de mi cara.

— Con la muerte se rompe la unión ¿Cómo puede seguir unida a él? —mamá tenía que saber lo que pasaba por mi mente cómo para cuestionar a su esposo.

— Ese es el problema —respondió él en un hilillo de voz.

— Papá no estoy entendiendo.

Entonces ¿qué era lo que pasaba?

— Ian piensa que el ór-hunter puede estar vivo —papá titubeó.

Sentí como si me hubiesen golpeado con un mazo en los pulmones.

Jadeé en busca de aire con una mano puesta en mi pecho, sintiendo que mi corazón se quería salir.

Más lágrimas brotaron de mis ojos y Ashley me abrazó.

¡John podría estar vivo! Había deseado tanto que esto pasara y ahora me parecía inverosímil.

Pero ellos no sabían del bebé ¿Y si esa fuera la causa de seguir unida a John? No quería hacerme falsas ilusiones, no soportaría tener que pasar por el Tártaro de nuevo.

— ¿Puedo hablar con ella? —La voz de Tyler en la puerta de mi habitación me sorprendió, solté el abrazo de mi hermana y lo miré.

— Tyler no creo que...

— Tranquila mamá, está bien. Es necesario. —mi voz se escuchó extrañamente ronca.

Los tres salieron de mi cuarto dejándome a solas con él.

— ¿Estás bien?.

— Eso creo —me aclaré la garganta—. Tyler, yo no sabía nada, de cómo funcionaba la unión, no sé cómo es que terminé en este enredo, no sé si pueda ser por... ya sabes.

— Lo sé, tú no conocías cómo se hacía el ritual. Pero lo más seguro es que él sí y lo único que hizo fue utilizarte y asegurar su futuro —su voz era apacible, pero su mensaje contundente.

— ¿Qué estás diciendo? Tú no sabes cómo pasaron las cosas —traté de restarle importancia a lo que Tyler insinuaba.

— Lo único que sé es que estas unida con un asesino. Es un maldito Ór—hunter.

Su rostro se crispó de rabia, no había visto a Tyler así.

— Él no es...

— ¡No lo defiendas!  ¿se te olvida como llegaste nuevamente a Frigia? ¡Eras la presa de esos asesinos!

— ¡Si estoy con vida es porque él me protegió! —elevé mi voz— Incluso llegué a pensar que había muerto por mí. Tyler...él se puso en contra de su familia; si está vivo, no quiero imaginar que le han podido hacer en todo este tiempo. Tú no estabas allí, él es diferente.

Me levanté de la cama.

— ¡Oh claro que no estuve allí porque estuve ocupado buscándote como loco por toda la ciudad! —bien, ahora discutíamos— aún después del recado que me enviaste con tu padre y con el que me hiciste pedazos, seguí exponiéndome porque sabía que estabas en peligro. Moría de dolor cada día que no estabas, y tú... ¡Tú en cambio te dejaste seducir por él!

Le propiné una bofetada sin pensarlo.

— ¡Cállate y lárgate de mi casa ahora mismo!

Me miró con expresión desvencijada.

— ... lo siento yo no...

— ¡Que te largues, Tyler! no sé como pude confiarte algo tan delicado. Supongo que lo que sigue es que se lo dirás a Ian.

Sus cejas se alzaron y su rostro cambio de color.

— Claro que no lo haré.

— Vete Tyler, no ha sido buena idea hablar en estos momentos.

Dio un paso acercándose a mí y Ashley entró, deteniéndolo en su avance.

— Ya la escuchaste Tyler, hora de irse.

Después de darme una mirada dolida, él se marchó.

Me senté en la cama con el corazón acelerado mientras Ashley cerraba la puerta.

— ¡Te acostaste con John! —me observó la cara unos segundos y de repente amplió los ojos sorpresivamente— ¿¡Estás embarazada!?.

Miré a mi hermana y asentí.

— Por favor no lo repitas, papá podría escuchar.

— ¡Oh, Alysha eso es increíble! —dijo casi susurrando— ¿Por qué estás tan asustada? ¡Es un Gutsherr! ese bebé es legado de Midas y tiene todo el derecho de nacer en Frigia, además ya sabemos que te uniste a John, entonces es un bebé legítimo porque se casaron.

— No es tan sencillo, John era un Ór-hunter, el consejo no lo aceptará.

— Eso es un problema, pero de todos modos no pueden tocarte porque entonces la continuidad del legado se interrumpe. Concibes bebés más fuertes que yo, es una realidad.

— No lo sé Ash, ya viste como se puso Ian.

— Pensaremos en algo no te preocupes, por ahora deberías descansar—me dio un abrazo y salió de la habitación.

Me quité las hebillas del cabello y lo solté, me saqué el vestido y fui al baño a lavarme la cara.

Tenía que pensar en algo y rápido. Debía encontrar la forma de comunicarme con Kyle y Helena, y decirles lo que estaba pasando. No había manera de prepararme para lo que se avecinaba porque no sabía lo que el consejo estaba planeando ahora y mi cerebro no trabajaba al cien por ciento, saber que John podría estar vivo captaba toda mi atención.

«Vivo»

Sonreí sentándome a una orilla del colchón.  Abrí la gabeta del nochero para guardar las hebillas y al ver mi teléfono una idea vino a mi mente.

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