—X-men ¿No pudiste comprar otra? —la fascinación de Helena por los mutantes se había intensificado después de ver mi manifestación. Realmente no me molestaba, sus ojos brillaban rebosantes de felicidad y qué persona no desea que sus amigos sean felices. Más aún, cuando es mi única y mejor amiga.
Sostuve el DVD en mis manos mientras ella se acercaba con una caja de pizza en cada una de las suyas.
—No puedes negar que le va bien a la ocasión, si efectivamente existiera el profesor Xavier, no dudo en que vendría por tí —miró a nuestro alrededor y yo me rendí metiendo la película en el reproductor—. ¿Dónde está Johnny?
—En la computadora haciendo averiguaciones —hizo un gesto de confusión y me expliqué:—. Ya sabemos quién soy, pero aún ni idea de mi familia o mi hogar. John intenta dar con alguna pista.
— ¿En serio? ¡Cuéntame! —Nos acomodamos en los cojines que habíamos dispuesto por toda la alfombra improvisando una "sala de cine en casa"—. ¿¡Sabes tu nombre!?
— Sip. Alysha Donovan Bennett y nací en Francia —Helena abrió los ojos de par en par.
—¡Baia! Francesa. Alysha...Lys... ya comprendo.
—Lys, nena... —interrumpió John sentándose junto a mí en los cojines, entregando una lata de soda a Lena y una a mí— redujimos las posibilidades a 5, pero me inclinaría por un piloto en particular, ahora mismo está en Alemania pero en 3 días parte hacia Francia, podríamos interceptarlo allá.
— Voy a...ver a mi padre —balbuceé nerviosa.
— ¿Van a viajar a Francia? ¿Johnny estas seguro? Podrían rastrearla.
— Ya solucioné eso, mañana me entregan los documentos y viajamos en la noche. ¿Vas con nosotros?.
— No puedo, lo siento, ya tengo planes. Además no voy a hacer de mal tercio —me miró y me hizo un guiño— Mejor comamos pizza y veamos la película ¿Sí?.
Helena puso a reproducir la película y comenzamos a comer las rebanadas de pizza con soda.
Casi no presté atención a la pantalla, mis pensamientos giraban en torno a los sucesos de esta tarde... prácticamente desnuda de espalda a John, había estado tan nerviosa que las piernas me habían temblado.
Cuando tomó la sabana y me cubrió, el corazón me dio un vuelco, me abrazó por la espalda y me susurró al oído que no tenía prisa. Eso me derritió el corazón, cada vez sentía que lo quería más y que estaba más segura a su lado.
Después de atender su mano y vendarla nos quedamos en mi habitación hablando de lo que haríamos para recuperar mi vida. Lo primero sería dar con mi familia.
***
—¡Lys, vamos despierta! — escuché los golpes en la puerta de mi habitación.
Me levanté con pereza, casi cegada por el sueño y abrí.
—¿Qué pasa? —me froté los ojos con las manos— Por lo general soy yo quien te despierta para desayunar, Lena.
— Ve a bañarte, desayunamos y nos vamos de shopping —pasé mis manos por mi enmarañado cabello.
— ¿Shopping? ¿En serio? Es peligroso, sabes que me pueden...
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TOUCH
RomanceTouch es el primer libro de una serie de mi autoría llamada Los hijos del Rey Midas, escrito desde el punto de vista de distintos personajes. Cuenta la historia de una chica favorecida con un fantástico don, guardianes y cazadores a su paso, intriga...