Capítulo 67.0

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— ¿Sabes Alysha? si hubieses cumplido con tu parte del trato posiblemente esto no habría pasado —Nos hizo una seña para que nos sentáramos en los sillones frente al sofá, y caminó directo hacia nuestros lugares— A ver... ¡Son exactamente iguales! ¿quién es Alysha? —me apuntó con su arma— ¿tú? O ¿tú? —Apuntó hacia Ashley y tocó su mejilla con la pistola— ¡Contesta niña!

Ash apretó sus labios y me miró de reojo con la cabeza gacha.

Un disparo silencioso impactó en la pierna de mi padre, gritó con un rugido a voz en pecho, no sabía si se debía a que su mandíbula estaba fracturada.

— ¡No! ¡No los lastimes más! ¡Yo soy Alysha!

Las palabras saltaron de mi boca, escuchándose ahogadas por el nudo apretado que se había formado en mi garganta, no podía contener las lágrimas que empezaban a salir a caudales.

Sin pensarlo me levanté para ir al lado de mi padre pero la mano de Jonatán se envolvió en mi cabello echando mi cabeza hacia atrás en un tirón, haciéndome sentar de nuevo. Chasqueó su lengua y negó con la cabeza. Ashley fue más rápida que yo.

— Echaste a perder todo, niña estúpida. Siglos de un legado esperando por justicia. ¡No entiendes nada! ¡También somos hijos de Midas! Pero el excelentísimo consejo de Mayores nos arrebató nuestra herencia, ¡nos impidió regresar a Frigia! ¡nos privó de nuestro hogar! ¿Crees que hago esto por gusto? No niña, yo sólo juego con las fichas que me dieron. Nos arrebataron todo a la fuerza y nosotros regresamos a tomarlo por la fuerza. Pero ahora ¿Qué hicieron? ¡Salieron del anonimato! Dejaron de ser especiales, son como atracción de circo en las noticias. El legado de Midas ha terminado para todos los que tenemos sangre Gutsherr y todo por tú culpa. Hiciste que John perdiera el norte ¡Muchacho estúpido!

Sentí el frío metal de la pistola en mi frente y apreté mis ojos cerrados, iba a morir delante de mi familia y mi bebé moriría conmigo.

— P-por favor... Jonatán, no tiene que hacer esto —traté de apelar a su sentido común.

— Sí, tienes razón. No tengo, pero quiero. Te burlaste de nuestro apellido ¿Aquí era donde vivías con tu amante? John cometió un error al liberarte sólo para que vinieras a lanzarte a los brazos de otro.

— Eso no es cierto.

— ¡Cállate! ¿Dónde está ahora el Keeper, eh? ¿No se supone que debería estar aquí protegiéndote?.

Abrí mis ojos y se encontraron con los de mi hermana que mostraban lo aterrada que estaba.

— No sé donde está John en este momento —respondí.

— ¡No trates de manipularme! John no es tú guardián.

El grito hizo sobresaltar a mi madre que no paraba de llorar, Ashley se levantó dejando de apretar la herida de bala de mi padre, quien ya no se movía y mantenía los ojos cerrados. Ashley tenía temblores perceptibles a la vista, se sacudía como si su poder estuviera crepitando. Nunca le había pasado.

Caminó lentamente hacia nosotros.

— ¡Ya déjala en paz! No ves que ella..

— ¡Ashley no! —trate de callar a mi hermana.

— ... está esperando un bebé —concluyó.

Jonatán miró a mi hermana sin dejar de apuntarme.

— ¡Yo soy la que ha vivido aquí, aunque todos creían que era ella, mi hermana siempre ha estado con John! ¡Ellos en verdad se aman! —levantó la voz— ¡¿Por qué usted no puede verlo?!

Ash tenía las manos hechas puños y temblaban a la par de su cuerpo.

— No des un paso más o le disparo.

Jonatán no le creía a Ash o no le importaba saberlo y de todos modos me mataría. Sentí mis manos hormiguear ante la manifestación de mi don. Cerré mis ojos y visualicé mi don circulando por toda mi piel, por la historia de nuestro legado sabía que Midas había convertido a su hija Zoe por abrazarlo. Tal vez yo podría hacerlo, sólo sí me concentraba lo suficiente en propagarlo por mi cuerpo.

Abrí mis ojos y mi visión estaba teñida de un amarillo resplandeciente. Levanté mi mirada hacia Jonatán y sus ojos estaban tan amplios que parecía que en cualquier momento se saldrían de su cabeza.

Dejó de sentirse frío el metal en mi frente y mi don comenzó a subir por el arma convirtiendo cada partícula, los dedos envueltos alrededor de ella, la mano, el antebrazo... Jonatán Jager no creía lo que estaba pasando, alejó la pistola de mi cabeza y sacudió su mano dejándola caer.

— ¿¡Qué has hecho!? ¡Reviértelo!

Mi don seguía haciendo efecto en él aunque ya no me tocaba. Todo su brazo cayó inerte a un lado de su cuerpo mientras me miraba con horror.

La puerta de enfrente se abrió de golpe y Tyler y John aparecieron en mi campo de visión. Al notar lo que pasaba sus ojos se abrieron sorprendidos, horrorizados, ambos me miraron y miraron al lugar donde estaba Jonatán, voltee y vi caer de rodillas a un Jonatán Jagger brillando como el oro puro, y a John llegar a su lado.

— ¡No me toques!.. Yo... —Noté que la mirada dura de Jonatán se había ido cuando me miró a los ojos y se detuvo un instante en ellos. No comprendí su comunicación no verbal.

Miró a John de nuevo.

— Lo siento hijo. No quise perderte como a tu madre.

Dicho eso se solidificó por completo.

Sentí un agudo dolor en mi pecho, lo que había hecho era algo horrible.

Escuché a Tyler hablar a mi espalda, no entendía lo que me decía, era como estar bajo aguas agitadas. volteé a verlo y ví sus labios moverse, pero era como si mis oídos hubiesen sido sellados. Hizo ademanes gesticulando con sus manos en el aire y sus ojos buscaron a John, miré hacia él y me encontré con su entrecejo fruncido y su mirada preocupada, observándome como si no me conociera, miré al piso donde Jonatán se había arrodillado y desee no hacerlo, mi respiración se entrecorto, mis latidos aumentaron de velocidad, mis ojos se inundaron de lágrimas.

Me levanté del sillón temblando, yo había asesinado a un hombre y había hecho un mal uso de mi don. Vi que John se movía hacia mi con sus manos enfrente como sí tratara de calmarme, veía el movimiento en sus labios pero no le escuchaba lo que me decía, miré hacia mis padres y mi madre tenía la misma expresión que todos, incluso mi hermana.

Ashley se acercó lentamente hacia mí, me hablaba pero tampoco a ella le escuchaba, sacudí mi cabeza con los ojos cerrados y al abrirlos ella estaba a pocos centímetros de mi.

Me miró directo a los ojos y levantó una mano en frente suyo a la altura de su pecho, con su palma hacia a mí. Destellos dorados iluminaban sus dedos, entendí lo que trataba de hacer, sabía que no podía hacerle daño porque ella tenía el don en sus venas, lentamente levanté mi mano y la posicioné en el mismo modo que ella y la acerqué hasta unirlas.

Sentí energía viajando por todo mi cuerpo, subiendo por mi brazo y disparándose por mi mano hacia ella, mi cuerpo se sacudió fuerte y rebotó hacia atrás al igual que mi hermana. Golpee el sillón con mi espalda y mi hombro dolió, mi mirada buscó a Ashley antes de que todo se pusiera negro y mis ojos se cerraran.

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