Todo era un caos. Escuchaba disparos en todas direcciones.
Llevé las manos a mis oídos y me agaché haciéndome bola. Cerré con fuerza mis ojos mientras hacía un vano intento por calmarme, pensando en quedarme en esa posición hasta que alguien llegara por mí.
Sentí mis manos hormiguear y me exalté haciendo que mi corazón bombeara sangre más rápido. Maldije para mis adentros y abrí mis ojos escaneando en mi rango de visión si Lena o Kyle se encontraban cerca, pero no estaban.
Poco a poco levanté la vista al frente y mis ojos se abrieron de par en par.— ¡Vamos Lys! ¡Levántate!
Lena parecía un soldado entrenado de algún tipo de fuerzas especiales. Le quitó el arma rápidamente a uno de los matones y le disparó.
¿¡Desde cuando Helena había aprendido a manejar un arma!?
Ella disparaba a sangre fría, sin titubear, sus movimientos eran rápidos y ágiles como los de un ninja, como los que reconocí en John, como los de todos en este lugar.
Kyle estaba apuntando hacia la parte exterior de la bodega resguardándose en la pared de la entrada. Mi mirada viajó al suelo a mi derecha y vi el cadáver de Lionel en un charco de sangre en el piso con un orificio en su cabeza.
Mis ojos casi se salen de mi cara, era la escena más espantosa que había visto en mi vida, este hombre había tenido la firme intención de matarme pero yo no deseaba esto. Mis entrañas se revolvieron y comencé a vomitar, así no era como había imaginado que las cosas terminarían el día de hoy.
— ¡Tenemos que irnos ya! ¡Lena ayúdala, hay que sacarla de aquí!— escuché a Kyle gritar por sobre el ruido de la lluvia de disparos. Ella se acercó tomándome por un brazo haciéndome levantar, sacudiéndome para que desviara mi mirada del muerto y halándome hacia la espalda de Kyle— Voy a cubrirlas, cuando les diga, corren hacia la pared del costado de la bodega del frente ¿ok?
Lena asintió, yo solo era una marioneta a la que estaban arrastrando a su antojo.
— ¡Ahora! —gritó fuerte.
Ensordecí cuando los disparos de Kyle se mezclaron con el resto y mis oídos pitaron. Helena me llevaba a rastras de la mano hasta el lugar que nos había indicado Kyle, él se nos unió poniéndose delante de nosotras y haciéndole unas señas a alguien. Hombres caían inertes por todas partes.
Una camioneta irrumpió en la escena deteniéndose frente a nosotros. Cubriéndose de las balas, Kyle abrió la puerta trasera para que nosotras subiéramos y él se lanzó adelante con el conductor. Helena mantenía mi cuerpo abajo cubriéndolo con el suyo mientras la camioneta daba tumbos a toda velocidad.
Pronto escuché el ruido de los disparos hacerse más leve y Helena se incorporó, yo lo hice seguido y mire hacia mí alrededor, habíamos salido del lugar y aún así sentía el peligro disuelto en el aire, la muerte consumiendo más personas.
«John» me susurró una vocecita en la cabeza.
— ¿Dónde está John? —inquirí al conductor.
— Nos sigue con los demás, todos nos estamos retirando, lo verás pronto.
Me giré hacia Lena y ella me miraba con sus ojos cansados, tenía un moretón en su mejilla derecha y estaba despeinada, pero en completa calma.

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TOUCH
RomanceTouch es el primer libro de una serie de mi autoría llamada Los hijos del Rey Midas, escrito desde el punto de vista de distintos personajes. Cuenta la historia de una chica favorecida con un fantástico don, guardianes y cazadores a su paso, intriga...