Capítulo 15

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Kleyer

Capítulo 15

Hace una par de horas que he llegado a la biblioteca. Hoy he cogido dos libros nuevos que he encontrado rebuscando un poco entre las estanterías, además del libro del misterioso autor apellidado Tanon. No creo que esté relacionado en absoluto con el jefe del clan, pero tengo curiosidad por descubrirlo.

No obstante, apenas he podido concentrarme en las páginas que tengo frente a mí, llevo desde anoche intranquilo, alterado. Mi habitual calma y mente fría están revolucionadas. No estoy acostumbrado a andar divagando, perdido en ensoñaciones, pero no soy capaz de centrar mi atención en la historia de los cambiantes, ahora que la tengo delante.

Mi mente va de las páginas a la puerta y de la puerta a las páginas, una y otra vez conforme pasa el tiempo, y, mientras el tiempo pasa, tengo el libro abierto por la misma página que hace veinte minutos.

Aura me preguntó anoche si volvería hoy y yo le dije que volvería siempre. ¿Por qué le dije aquello? No lo sé. Francamente, me salió del alma. Me he interrogado a mí mismo a lo largo del día buscando un motivo por el cual se me ocurriera haberle mentido con esa afirmación a Aura. Pero no he encontrado ni un solo rastro de duda en mi corazón. No le mentí cuando le dije que volvería siempre, quiero volver siempre, todas las noches.

El ser consciente de ese descubrimiento me calma y me aterra a partes iguales. Se supone que estoy aquí para encontrar el aura, transformarme en lobo y regresar a casa, pero una parte de mí juega con la idea de olvidarme de eso. De dejar de lado ese plan inicial que me devuelve a una tierra donde mi padre y parte de mis compañeros me menosprecia. De quedarme aquí, con ella, y jugar a ser un simple humano enamorado.

Aura entra a la biblioteca mientras yo me como la cabeza con mis cavilaciones. Nada más verla llegar, sé que se me ilumina la mirada, lo siento en el ardor de mejillas y en la alegría que se lleva mi corazón al verla. Sin embargo, mi júbilo dura poco, en cuanto Aura llega hasta mí y veo su mirada ensombrecida.

—¿Aura? —musito, levantándome instintivamente de la mesa.

Está claro que ha pasado algo malo y temo que la maldita serpiente haya tenido algo que ver.

—¿Estás bien? —pregunto, tanteando el terreno.

Ella parece ida. Toma asiento frente a mí como un autómata, así que yo vuelvo a mi lugar de estudio.

—Ha pasado algo —dice, mirándome fijamente.

—¿Qué ha pasado? —quiero preguntar si tiene algo que ver con Adranne, pero no quiero ser tan directo. Si me equivoco, levantaré sospechas.

—Hoy me he enterado de algo que no tiene nada de bueno. La Madre Fahmy nos ha puesto al tanto de ello en una reunión.

—¿Qué ocurre?

Aura procede a relatarme lo ocurrido durante el día de hoy. La carta que ha leído en el despacho de la Madre, la explicación que le ha dado de esa otra versión de la historia que hasta el momento no conocía y cómo, finalmente, se lo ha hecho saber también al resto de sacerdotisas. Me pierdo en algunas cosas porque no conozco demasiado bien la historia humana, ya que en el clan la abordamos bastante por encima en las lecciones, pero, a grandes rasgos, comprendo el problema.

Tierra de huesosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora