Allí estaba de nuevo él. Volví a caer en depresión cuando Cinco desapareció. Ben siempre estaba para mí ya que una vez dijo: “eres mi mejor amiga y me salvaste la vida en aquella misión" Desde entonces somos inseparables junto a Klaus.
Tranquila, pequeña... Todo irá mejor... Sh, cálmate... -me susurraba él acariciando mi pelo. Estábamos en mi habitación, él estaba sentado y yo tenía mi cabeza en sus piernas junto a la bandeja de comida llena-
Ni siquiera soy capaz de encontrarle, Ben... -susurré con la voz rota dado a la preocupación-
Pronto vendrá a casa -dijo Ben. Yo diría que no, porque han pasado años desde que cada uno tomó su camino. Yo soy como Spiderman, me dedico a salvar a la gente en una ciudad cualquiera hasta que vi en las noticias que mi "padre" había muerto y volví a la academia. Encontré a Klaus mirando algo en una de las despensas y me tiré a su espalda-
¿Qué...? Alina. Literalmente no has crecido nada -rió Klaus dejándome en el suelo para poder abrazarme mejor-
Digamos que buscar a Cinco es muy complicado... -suspiro sin ser capaz de soltarlo-
Lo siento, pequeña... -murmura con pena besando mi frente-
Hey, esa es mi falda -señalé evitando soltar una carcajada. Solo él sabía cómo animarme-
Sí, es bonita y cómoda -dijo Klaus moviendo su cadera para ondear la falda. Pero un estruendo nos sorprendió: Cinco había llegado y tenía la misma edad que cuando se marchó. Primero le di una cachetada, luego le insulté por haberme dejado tirada y ya después le abracé-
