Narra Alec
Caminábamos por las oscuras calles de París mientras que la gran torre iluminaba el lugar y las canciones de los lujos es restaurantes la acompañaban. Sonreí cuando Magnus sujetó mi cintura y empezamos a bailar al ritmo de una lenta canción, puse mis brazos por sus hombros y nos quedamos bailando mientras con la mirada nos decíamos todo y la gente se nos quedaba mirando. Al final de la canción juntamos nuestras frentes y luego nuestros labios. No era la unión perfecta pero tampoco tendría que serlo para demostrar todo lo que sentíamos