Abrí los ojos y sonreír al notar a mi novio abrazando mi abultada barriga y con su cabeza en mi cuello
Me levanté con mucho cuidado de no despertarlo y fui a la cocina, agarré una botella de agua y empecé a beberla mientras trataba de que el bebé dejase de dar patadas hasta que escuché como él me llamaba desde la otra habitación
Ya voy, Niall. Estoy en la cocina -le dije. Escuché pasos hacia aquí y sonreí al sentirle abrazarme por la espalda-
¿Qué hacés despierta tan temprano, cariño? -susurró Niall acariciando mi barriga-
El pequeño quiero ser futbolista, no para de pegar patadas -le dije. Escuché una pequeña risa y luego me giró y se agachó a la altura de mi barriga-
Hola, pequeñín. Tienes que dejar a tu mamá descansar, ¿vale? -dijo con una voz tranquila. Besó mi barriga y luego volvió a levantarse- ¿volvemos a dormir-
Sí -le dije. Volvimos a la cama y me acurruqué más a él. Raramente el bebé no pataleó en toda la noche-