Me desperté y me levanté de la cama. Sentí algunos escalofríos al pisar el suelo frio con los pies descalzos pero se me quitó al ver a Jacob ponerse la chaqueta
¿A dónde vas? -dije como una niña de 5 años acabante de despertar. Él soltó una pequeña risa y me miró-
Voy a coger un poco de aire -me dijo aún sonriendo-
¿Puedo ir contigo? -le dije sin importarme estar en pijama. Llevaba unos pantalones de cuadros y una camisa negra que es de Jacob-
Toma -dijo quitándose la chaqueta. Me la coloqué y me la abroché. Entrelacé nuestras manos y salimos de casa. Me abracé a mi misma al sentir el frío y la nieve a la vez, él me soltó la mano y sonreí al sentir su brazo rodear mi cintura y acercarme a su pecho caliente. Paseamos por allí hasta que llegamos a una especie de mirador y nos quedamos viendo las vistas. Apoyé mi cabeza en su pecho y reí al ver como él ya me cargaba en brazos como un koala. Le miré y sonreí al ver su sonrisa, él me miró y me dio un corto beso, apoyé mi cabeza en su pecho y me quedé mirando la vista espectacular hasta que el amanecer salía y yo me dormía-