Lo sé, lo sé, "pasas la mayor parte del día con vampiros y te da miedo un mounstruito bajo la cama".
Pues si, soy así, ¿vale?
Emmett -dije sin tener que levantar mucho la voz. Escuche sus pasos rápidos y luego abrió la puerta-
¿Te pasó algo? ¿Qué necesitas? -dijo él sonriendo-
Tengo miedo -confesé. Ver películas de miedo fue mala idea-
¿De qué? -me preguntó-
Los monstruos bajo la cama -murmuró. Él rió y se acercó al mi- Celine, no hay nada abajo -dijo y se agachó a la cama para luego levantarse- no hay nada
¿Y en el armario? -le dije señalando este. Él fue hacia el armario, lo abrió, miró y volvió cerrar-
No hay ningún payaso loco a la vista -sonrió Emmett-
¿Puedes dormir conmigo hoy? -le pregunté-
Hazme un hueco -sonrió él. Me moví y luego le abracé- nada te pasará
Te quiero -murmure-
Y yo, niña. Duerme -dijo Emmett-