Deje el último plato en la mesa y sonreí triste al ver a un Peter cansado y con la cara llena de heridas y moratones entrando por la puerta. Fue lentamente hacia mi y se agachó apoyando su frente en mi hombro. Le rodee el cuello con mis brazos y acaricié mi espalda. Nos quedamos unos 5 minutos allí
Sé que estás cansado, Pet. No hace falta que comas si no quieres, ve a dormir -le susurre sujetando su cara entre mis manos-
Esta cena es lo que llevo esperando desde que me desperté. No me quites lo mejor de este día -dijo Peter con una pequeña sonrisa. Le di un pequeño beso y asentí sonriendo-
Vale, pero antes déjame curarte, ¿si? -le dije aún con voz suave. Seguro que le dolía la cabeza y no quería fomentar su dolor-
Vale -asintió él. Agarré sus manos y subimos al baño. Se sentó en la tapa del váter y me puse en silencio a limpiar con cuidado sus heridas. Me sonrojé al notar su mirada profunda y brillante en mi y empecé a recoger lo que usé-
¿Por qué me miras así? -le dije tirando los algodones sucios a la basura e ir hacia él. Quedé de pie entre sus piernas mientras el abrazaba mi cintura y yo acariciaba con cuidado su pelo-
¿De que forma? ¿Agradecido por tener una novia que me espera a las 4:23 para cenar, me cura y encima dice que me vaya a dormir a pesar de el esfuerzo que ha hecho con la comida? -dijo él de forma retórica y haciendo que sonría-
De verdad que no me importa, Pet -le dije mirándonos- esta semana has estado muy ocupado con el asunto arañita y entiendo que estés cansado
Te quiero mucho, Susan -dijo él al par de minutos. Me besó y luego me sonrió- vamos a probar esa cena
Yo también te quiero. Vamos, pero si te eletrocutas al probarlo, escupelo -le advertí riendo y él repitió mi acción. Bajamos y tuvimos una buena cena entre charlas, risas, algún beso y luego acabamos los dos dormidos juntos en el sillón con la tele encendida dando una de mis películas favoritas: Dirty Dancing-