Estoy agobiada. Literalmente quiero arrancarme los pelos y ni puedo comer ya que hasta se me cierra la garganta de los nervios
Llevo toda la noche estudiando y haciendo deberes pero no puedo más, mi energía terminó hace horas.
Prácticamente estaba llorando peleando con los papeles y mirando que actividades son hasta que él apareció
Skye, cariño, hey, ¿que pasa? -me preguntó abrazandome. Me llevó hasta un lado de la cama y me desahogué hasta que no pude más y él volvió a abrazarme- shh, no pasa nada. Todo esta bien, ya verás, no te estreses por eso
Lo siento, es que no puedo... no me dan más horas, Emmett -le dije suspirando y limpiandome las lágrimas- encima no entiendo esto
Calmate, cariño. Ven, siéntate aquí. Yo voy a hacerte la tarea y mañana te la explico. Deja ya los esquemas. Estoy seguro de que te lo sabes, y ahora ve a descansar -me dijo Emmett-
Pero.. -empezó pero me interrumpió-
Ve a descansar, por favor. Estoy aquí contigo. No pasa nada -me dijo Emmett. Asenti y me acosté en la cama, me costó dormirme pero al escucharle susurrarme algún mal chiste me fui quedando dormida. A la mañana siguiente, Emmett me hizo el desayuno y juro que no saldríamos de casa hasta que no comiese. Tuve que comer, luego agarré mi mochila y ambos nos fuimos al colegio. Entendí las actividades y aprové el examen, además, hoy estaba más despierta que otros días y pude atender a las clases. No se que haría sin él-
Gracias, Emmett -susurre en la otra punta del comedor sabiendo que me iba a escuchar. Él me sonrió y me guiñó un ojo para luego seguir hablando con Edward-