No podía seguir con esto, solo tenía 15 años.
Agarré mi pequeña maleta pero que llevaba todas mi cosas gracias a un hechizo y salí de la casa de los Malfoy sin llamar la atención. Corrí más rápido por el prado e hice una mueca al verle a unos metros de mi. Se me salió una lágrima al recordar todo lo que hicimos juntos pero yo no quería seguir perteneciendole a ellos
Ve, rápido, pero no vuelvas -me dijo mirando detrás de mí como si hubiera algo más importante que yo. Estaba decepcionado pero sobre todo dolido, lo sabía, cuando se siente mal nunca me mira porque sabe que lo averiguo rápido-
Lo siento, Theo... -le dije aún mirándole- esto me supera. Lo hice por ti, quería, y quiero, estar siempre contigo a pesar de todo pero esto me supera. Te diría que vinieses conmigo, pero no lo harás
¿Cómo estás tan segura? -me dijo y me miró por primera vez. Preferiría que no lo hubiera hecho-
Porque tú siempre haces lo que crees correcto, y crees que estar con ellos es lo correcto. Lo entiendo, no te obligo a venir conmigo -le dije acercándome lentamente a él- te quiero, Matheo. Y todo lo que hemos vivido juntos nunca lo olvidaré pero esto me supera
Lo sé. Todas esas noches en las que has llorado o has apretado mi mano con miedo yo he sido él que estaba allí -dijo y tenía razón. Le besé por última vez, fue un beso muy triste y doloroso pero lo nesitaba y más al saber que sería el último-
Te quiero, Theo -le susurre y me fui de allí escuchando un susurre inaudible de su parte-Le agarré en mis brazos y lancé una de las maldiciones inquebrantables a cualquiera que le haya hecho esto
¿Marlene? -murmuró cerrando los ojos lentamente aún tirado en mi regazo-
Sh... soy yo, soy yo. Aguanta un poco, Matheo. Por favor -le dije haciendo un hechizo protector para ambos mientras intentaba curarlo de algún modo-
Te dije que no volvieras -dijo Matheo en un susurro. Me lo merecía-
Lo se. Hace 6 años que no nos vemos pero lo sigo recordando -le dije irónica y con algunas lágrimas por mis mejillas al ver que no podía curarle-
Te quiero, Lene. Ojalá pudiera haber conocido a tu hijo.... -dijo él y murió ahí. Tan tranquilo como si dejarme no fuera nada. Capture una de sus lágrimas y después de llorar un rato abrazada a su cuerpo quise ver su último recuerdo. Lo metí en el lugar y luego mi cabeza para ver a Matheo escondido muy atrás el día de mi boda, estuvo allí cuando me case con Andrew Scamander (uno de los nietos de Newt). Otro de los recuerdos fue él viéndome con mi pequeño hijo jugando el prado, otro fue mi sonrisa y de repente pasaron los recuerdos de cuando éramos adolescentes: nuestras manos entrelazadas, besos, sonrisas, miedo, abrazos, bailes, ropas, elegancia pero él último de todos fue el doloroso beso que nos dimos el último día que nos vimos. Saqué la cabeza y me permití llorar. Por él-
Lo siento, Mathew... -murmure al aire como si pudiera escucharme-