Ambos estábamos en el comedor comiendo juntos. Ella hacía dibujos con la comida y yo me comía la comida como una persona normal. Cosa que ella no es y eso es una de las cosas que más me gusta de ella
¿Ya te encontraste una nueva? ¿Cómo lo haces? ¿Cada semana te buscas una nueva? -vino a molestar el idiota. Dejé el tenedor para levantarme y pegarle un buen puñetazo hasta que ella se levantó y entrelaza nuestras manos. Eso es una de las cosas que más me tranquilizan-
Vamonos, Matt. No merece la pena pelear por eso -me murmuró. Volví a mirar al idiota delante mio y luego me fui junto a ella. Fuimos a mi habitación en silencio y con las manos juntas hasta que me metí en la cama y ella robó una de mis camisas, fue al baño, se cambió de ropa y se acostó a mi lado-
No hace falta que pelees por eso. No,pasa nada -susurró con una sonrisa Ruby-
Claro que si. No quiero que te trate de esa forma -le respondí también susurrando. Ella me abrazó acostandose encima mía y me levantó la cabeza para verme-
De verdad, no te preocupes por eso. Yo estoy bien, sus comentarios no me afectan ya -me dijo Ruby sentándose en mi abdomen y sonriendome mientras yo acariciaba sus brazos-
¿Es que en algún momento te afectaron sus comentarios? -le pregunte. Espero que no-
Antes, pero olvídalo no es nada. Un chico muy especial me dijo que yo era genial. Gracias a él ya no me afecta -me dijo. Si, eso fue una indirecta muy directa-
Sigues siendo especial. Vamos a dormir. Es que tú luego tendrás sueño y no te querrás levantar nunca -le dije sonriendo. La conocía muy bien-
Es verdad. Buenas noches. Te quiero -me susurró. Le di un corto beso y me sonrió para luego acostarse encima mía y abrazarme, la arrope bien y los dos nos dormimos-