Tenia ganas de ahorcar a esos niños.
Estábamos los dos uno en frente del otro en un tren pero habían unos niños más atrás chillando y cantando
¿Recuerdas cuando te dije que amaba a los niños? -me incliné hacia delante ignorando su sonrisa burlona- pues me lo estoy replanteando
Por fin. Ya te lo había dicho: los niños son una pesadilla -me dijo Luke-
Lo que tú digas. Nos toca bajarnos aquí -le dije. Tiré de su mano y salimos de allí-
Hey, tranquila, eh. Ya estamos lejos de esos niños del demonio -dijo Luke y sonreí al ver que su intención era distraerme- ya vamos a llegar a tu casa
Sí... -le dije. Me quedé todo el camino pensando si debería de decírselo o no-
Dime -dijo él aun mientras nuestras manos se balanzeaban entrelazadas. Aveces odio que me conozca tanto-
Sí quieres... ¿te puedes quedar conmigo? -le dije sonriendo inocente y a él se le salió una pequeña sonrisa-
Vale, pequeña. Vamos anda -dijo Luke. Sonreí y aun que no es muy común en él, me dejó mimosearle un poco, le di varios abrazos y besos mientras escuchábamos música hasta que se fue a su casa-