Sonreí con nostalgia al ver a mi hermano plantado delante de mi.
Me acomodé en el sillón cruzando las piernas después de levantarlas y luego le miré expectante
Siento marcharme y dejarte sola con ellos -murmuró al cabo de un rato sentado frente mío y jugando con uno de mis vasos. Me preparé para decirle todo lo que no he hecho en años-
Sirius, puedes pasar página, puedes hacer una fiesta con todos tus amigos y no invitar a tu familia, nosotros, porque nunca te mostraron amor. No tienes que sentirte culpable por haberte ido y crecer -le dije sonriendo orgullosa por lo mayor que estaba aún solo teniendo 18 años- Sirius, algunas veces hablabas sobre el dolor que sentías como si no pasara nada pero, niño, yo sentía lo mismo que tú. Sé que sientes como si una parte de ti estuviera muerta por dentro. No es asunto mío pero he estado pensando en eso. Estoy orgullosa de ti, cariño. De cómo te fuiste de casa para ser feliz con tus amigos, y lo entiendo. Pasé dos malos años sin ti y luego encontré a mi escapatoria
¿Cuál? -murmuró él mirándome con algunas lágrimas en los ojos. Sonreí y señalé uno de los pequeños cuadros-
Ella. Mi novia, Nymphadora Tonks -dije orgullosa y limpiando algunas lágrimas- de verdad que comprendo que te hayas ido, veo tu sonrisa con esos chicos y me alegro de que hayas construido una familia que te haga feliz
No entiendo porque te portas tan bien conmigo. Me maché, te deje con ellos dos y con Regulus -repitió él. Suspiré y con una sonrisa me senté a su lado, le abracé por los hombros y apoyé su cabeza en mi hombro-
Sirius, yo siempre he tratado de sacarte de aquí para que vivieses la vida que te mereces. Y lo hiciste tú solo, me siento orgullosa de ti. No te sientas mal por Regulus, nosotras lo tratamos como un hijo aquí -le dije acariciando su pelo-
Te quiero, Susan -murmuró. Sonreí y besé su frente para abrazarnos como hace años que no hacemos-
Susiiiii, ya llegué -chilló Dora pero se calló al vernos. Sonreí y me levanté hacia ella para darle un pequeño beso y guiarla hacia él- Dora, él es mi hermano mediano, Sirius. Sirius, ella es mi novia
Encantado -sonrió él mientras estrechaban sus manos- ¿dónde está él?
Cierto, cuando nos fuimos le dejamos con sus gustos y su vida. Probablemente este en esa clase de pintura. Dibuja muy bien -le dije mientras abrazaba por la cintura a Dora y ella cambiaba de color su pelo haciéndome reír- si lo quieres ver, deberías quedarte a cenar
¿Puedo? -dijo Sirius. Miré a Dora y ella asintió-
Claro, venga, ayudame a preparar la mesa -le dije mientras despeinaba su pelo y al fin, comimos toda la familia reunida-