Sonreí al ver a mi marido y a mi hija jugar un pulso mano a mano y sonreí aún más al ver como Remus se dejaba ganar
¡Mira, mamá! He vuelto a ganar a papá -corrió mi pequeña hacia mi. La cargué en brazos y la miré-
Muy bien, cariño. Toda una guerrera -le dije orgullosa. Miré a Remus y fui hacia él para darle un beso y luego volver a mirar a nuestra pequeña- hey, Lily, ¿por qué no preparas tu mochila para ir a casa de tu tío Sirius?
Vale, mamá -dijo aun sonriendo. La deje en el suelo y ella corrió a su habitación. Volví a mirarle a él y le sonreí-
Eres una monada, ¿te lo había dicho? -le dije mientras él jugaba con mis manos-
Sí, varias veces. ¿Estas segura de querer acompañar esta noche? -dijo Remus-
Claro que si, cariño. No te dejaré solo con esto y ella estará bien con Sirius -le dije levantandome para limpiar los platos-
Esta bien -se rindió él abrazandome por la espalda, besó mi mejilla y me quedé limpiando los platos mientras él me abrazaba-
¡Mamá! ¿¡Puedes venir!? -me llamó Lily desde arriba. Reí y me seque las manos-
Ya voy, Lily -le dije. Besé a Remus y subí para ayudar a mi hija a elegir entre que broma gastarle a Sirius. Es toda una Mereodadora-