Justo cuando me desperté a la madrugada para ir al baño escuché un ruido. Me volví a girar hacia mi novio, el cuál dormía mientras babeaba, y le toqué el hombro pero ni lo notó
¡Stiles! -grité en un susurro. Él se despertó de golpe y al ver que era yo volvió a cerrar los ojos y acomodarse. Será...-
Es temprano, Leah -dijo casi durmiendose con un pucherito. Si, es muy mono pero ahora estoy asustada-
Stiles, escuché un ruido -le dije-
Seguro que es papá roncando -dijo y sonrió divertido-
Por favor, Stiles. Acompañame al baño -le susurre. Hubo un silencio en el que pensé que se volvió a dormir pero cuando abrió los ojos, sonreí-
Cuanto te odio -murmuró. Sonreí victoriosa ya que se empezó a levantar y luego tiró de mi mano para seguirle-
Yo también te quiero -murmure viendo una pequeña sonrisa de su parte. Abrió la puerta de su habitación y se paró-
¡Sí hay algún demonio de Lucifer o un chucho pulgoso, que salga ya! -chilló a pleno pulmón mientras yo me abrazaba a su brazo. En otro momento me hubiera reído pero ahora estaba asustada- ¿ves? No hay nadie. Ya tienes vía libre
Stiles... -casi le rogué. Volvió a suspirar y fue hacia el baño para encender la luz y hacer una especie de reverencia para dejarme pasar- gracias. Te amo. Eres el mejor novio del mundo
Sí, ajá, buenas noches -murmuró. Besó mis labios cortamente y volvió a la habitación. Pude ir al baño con tranquilidad y luego de apagar la luz salí corriendo de nuevo a la habitación cerrando la puerta con cuidado. Me volví a acostar siendo abrazada por Stiles y sonreí cuando besó mi hombro para luego enterrar su cabeza en mi cuello-
Nada te va a pasar. Estoy aquí contigo -murmuró. Todos sabíamos que el saldría por patas pero igualmente sonreí-
Te quiero -le dije-
Y yo -murmuró para luego volver a dormir-