Abrí los ojos lentamente y sonreí al ver a mi esposo de pie al lado de la cama colocándose bien los nudos de la camiseta pero hice una mueca al recordar lo que pasa hoy
¿Te vas? -le dije. Él se giró un poco asustado pero luego me sonrió y se sentó en la cama para luego mirarme-
Sé que hoy era nuestro día pero surgieron unas cosas. No quiero decir que no seas mi prioridad, porque obviamente lo eres pero... -empezó él y lo callé agarrando su mano-
Tranquilo, lo entiendo. Tareas de rey -le dije aunque por dentro estaba algo desanimada-
Te amo, gracias por entenderlo. Te prometo que mañana haré un hueco y me tomare el día libre para estar contigo -dijo Caspian entusiasmado. Sonreí aún más al notar sus labios con los míos y reí al escuchar como tocaban la puerta y luego entraban-
Majestades -dijo Tavros haciendo una reverencia- rey Caspian, ¿recuerda los planes de hoy?
Enseguida voy, Tavros. Gracias -dijo Caspian. El minotauro asintió y se fue. Caspian me volvió a mirar sonriendo- nos veremos luego. No hagas ninguna locura, por favor. Te quiero
Yo también te quiero e intenta no matarte, por favor -le respondí. Le di un corto beso, él me arropó bien y luego volví a dormirme-
