Mi pequeño hijo estaba jugando con sus muñecos en un sillón del salón y mi hija de 7 años bailando al ritmo de la canción que tocaba en el piano.
Sonreír al sentir como se ponía detrás de mí y tecleaba las otras partes de la melodía, al par de minutos terminamos la canción y ella se tiró dramáticamente al sillón haciéndome reír, me giré hacia mi marido y sonreí jugando nerviosamente con el cuello de su camisa
¿Qué tal el trabajo? -le pregunté sonriendo-
Muy bien. ¿Tú con estos trastos? -me sonrió de vuelta-
Muy bien -repeti y justo cuando nos íbamos a besar Fred se le tira encima-
¡Papi! -chilló haciéndome sonreí. Draco lo cargó en brazos, empezó a hacerle cosquillas y a hablarle mientras que yo abrazaba a Luna y sonreía al verle jugar. De repente Fred y Draco se nos tiran encima, empezamos una guerra de almohadas y risas hasta que nos cansamos y dejamos a los niños en el salón y nosotros nos fuimos a la cocina-
Voy a hacer la cena, ¿si? -le sonreí y él asintió y me besó-
Y yo voy a bañar a los niños. Ahora vengo a ayudarte -dijo Draco abrazando mi cintura-
Vale -le dije sonriendo y lavándome las manos. Besó mi mejilla, se fue de la cocina y cargó a los dos en brazos-
Vamos, mandrágoras. ¡A bañarse! -dijo riendo y contagiando la risa a los otros dos. Sonreí orgullosa de mi familia y empecé a cocinar-
3...2...1 -susurre y sonreí cuando escuché el llamado de Luna. Dejé el cuchillo, me seque las manos y la ayudé al ponerse el pijama mientras Draco terminaba de secar a Fred. Después de cenar y dormirlos, ambos nos duchamos y luego sostuve la foto de él en mi mano y sonreí con tristeza-
Ese pelirrojo esta orgulloso de ti -dijo Draco abrazándome por la espalda. Sonreí un poco- al igual que yo
Te quiero, Draco Malfoy -susurre-
Y yo, Emma Malfoy -susurró y nos quedamos ambos allí recordando a los difuntos y dándonos apoyo mutuamente-