Narra Sirius:
¡Papás! Mira que os he hecho -chilló nuestra pequeña hija interrumpiendo mi burla hacia mi novio-
A ver, ven aquí, granuja -sonreí. Ella corrió hacia nosotros y se tiró en el sofá para luego pasarme un papel. Al abrirlo y verlo sentí ganas de lavarme los ojos y reírme pero en vez de eso puse mi mejor cara y se lo pase a Remus-
Que bonito, cielo. Lo pondremos en la nevera, ¿te parece? -sonrió él. Vale, estoy seguro de que no estamos viendo el mismo dibujo- corre, ve al ponerlo
¡Vale! -dijo ella con una sonrisa para luego irse a la cocina-
¿Vimos el mismo dibujo? -me burlé-
Sirius, cariño, solo tiene 6 años. Es normal que dibuje palos -sonrió Remus-
Pero es horrendo. Cada vez que pase a la cocina querré arrancarme los ojos con una cuchara -me quejé haciéndolo reír-
Solo dile que esta muy bien. Así se sentirá orgullosa de si misma -se encogió de hombros-
Papá Sirius, NO llego al sitio perfecto. ¿Me ayudas? -chilló la pequeña desde la cocina. Reí y fui a ayudar a mi pequeña dibujante-