Fui hacia el sillón donde estaba él durmiendo. Me arrodille a su lado y toqué su hombre llevandome un sonido afirmativo y dormido a la vez
Estoy aburrida, Matheo -le susurre mientras él seguía con los ojos dormidos-
¿Y a mi que más me da? Ponte a leer o algo -me dijo. No me ofendi ya que tiene mal despertar-
Por favor, Matt -le susurre. Llevo dos horas tirada en una esquina de la habitación dibujandole dormido-
Ven aquí y déjame dormir ya -dijo él. Me tiró del brazo y me acosté a su lado, paso la manta por encima de los dos y le abracé para luego quedarme un rato despierta abrazada a él. Tiempo después me dormí. Pasaron tal vez dos horas y sonreí al sentir como acariciaba mi brazo, abrí los ojos lentamente y nos quedamos mirándonos por un rato-
Tengo hambre -interrumpí y pude ver como trataba de ocultar su sonrisa-
¿Tienes tus galletas por aquí? -me dijo él. Saqué la cabeza de la cama y miré por el suelo encontrando mi paquete de galletas debajo de la cama. Agarré la comida y volví a subir para luego sentarme y empezar a comer-
¿Quieres una? -le pregunté mientras jugaba con sus anillos-
¿Son de limón? Las odio -me dijo Matheo. Lo sé-
No, son de chocolate. Toma, pruebalas. Te van a gustar -le dije, le puse la galleta en la boca y dejé que mordiese para luego terminar de comermela yo-
No está mal -murmuró resignado-
Lo sé. Son mis galletas favoritas, Riddle -le dije dejando su mano en mi pierna para hacer una bola al envoltorio y tirarlo a la mesa de en frente- bueno, creo que debería de irme ya, ¿no crees?
No, no creo. Quédate más -me dijo y reí al estar acostada a su lado de nuevo-
Esta bien. Solo porque ya terminé mi tarea y no tengo nada que hacer -le dije burlandome-
Me tomaré eso como un: claro que si. Pasemosno la tarde besandonos -dijo él y reí-
También me lo tomo yo así -le dije y pues si. Nos pasamos la tarde así-