Fui junto a una taza de café hacia el salón donde mi padre estaba sentado en el sillón tratando de escribir una letra de una nueva canción. Sonreí tristemente al verle llorar un poco mientras escribía en el papel y dejé la taza en la mesa para luego sentarme en su regazo y abrazarlo siendo correspondida rápidamente
No pasa nada, papá. Estoy aquí contigo -le sonreí limpiandole las lagrimas y sonriendoles- solo quiero hacer sentirte mejor, papá
Lo se, cariño pero recuerda que llorar no es malo ni te hace más débil -dijo Harry. Apoyé mi cabeza en su pecho y él empezó a acariciar mi pelo-
Te quiero, papá. Todo va a salir bien, te lo prometo -le susurre-
Yo también de quiero, cariño -susurró y nos quedamos hasta tarde hablando, riendo y escribiendo las canciones-