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Capítulo 46

Principios de enero 2025

Pov Cheryl
Cada vez estoy más cerca de volver a Florida, Charlotte y Henry fueron arrestados hace días atrás. Mi madre es la única que sabe que estoy aquí y, gracias a ella le debo todo. No sabe nada de Toni, fue a verlo a Florida y no estaba en su casa, e incluso le preguntó a Taylor y a Reggie y ninguno de ellos saben el paradero de Toni. Aún sigue teniendo sus cosas en la casa, pero no se ve movimiento alguno y eso es lo que me preocupa. Él quiere marcharse a Arizona y comenzar una nueva vida allí, alejado de todo el mundo, pero le impedía su marcha: Reggie, Taylor y yo. Éramos su única motivación.

En este mes, podría saber el sexo del bebé, pero no quería averiguarlo si no era con Toni. La única que lo sabía era Francesca, por petición suya y la médica que me atendió le dijo el sexo. Ella también volvería a su ciudad natal, Washington D.C. Añora mucho aquel lugar.

Francesca.- ¿preparada para volver?

Cheryl.- me muero de ganas.

Francesca.- ¿seguiremos en contacto?

Cheryl.- eso ni lo dudes— me abraza con fuerza— te avisaré para el baby shower.

Francesca.- asistiré encantada, Isabella.

Aún tenía que seguir llamándose así, seguimos en Venecia y es mi documentación actual en vigor. Recuperaré mi antiguo nombre una vez que llegue a Florida, las autoridades ya están avisadas para ese cambio por mi madre.

*El vuelo A-72 con destino a Washington D.C. está a punto de embarcar*

Francesca me abraza con fuerza porque su avión salía justo ahora. El mío salía en escasos minutos y ya tendría que ir a la zona de embarque. Entre lágrimas, nos despedimos una última vez y tomamos caminos diferentes.

Con ganas de verte, mi dulce amor.

Sonrío nostálgica acariciando mi vientre abultado de cinco meses y a mi mente llega el suplicio que ha tenido que pasar Toni sin saber nada de mi paradero. Más ha tenido que ser el sufrimiento de mi madre teniéndole que mentirle constantemente a él.

Me monto en el avión que me llevaría a Florida, por suerte pillé la zona bussiness y no tendría que aguantar los ronquidos de una persona ajena y el lloriqueo de un niño pequeño.

📍Florida

Hogar dulce hogar, el taxi me dejó en casa de Toni y entré al portal cargada con todas mis maletas. Metí estas en el ascensor y como yo no cabía tuve que ir por las escaleras. Debajo del felpudo saqué la llave que Toni siempre guarda ahí, porque es muy despistado. Abro la puerta y dejo mis maletas en el recibidor. Un olor de la cocina a pastel de carne entra por mis orificios y se me hace la boca agua. Voy de puntillas hasta allí sin hacer mucho ruido y escucho voces, una de ellas es Toni y otra voz femenina que no logro distinguir, porque es desconocida. Me mantengo callada, esperando a que note mi presencia y cuando lo hace se le cae el cuchillo al suelo y me mira asombrado.

Toni.- ¡oh Dios mío, pelirroja!

Corro hacía él, abrazándolo con fuerza y los dos comenzamos a llorar de forma estrepitosa. No sé cuánto tiempo estuve entre sus brazos, pero era lo que más necesitaba. Me separo de él y se lanza a besarme repetidas veces, causándome una pequeña risa mezclada con el sollozo.

Toni.- ¿dónde has estado?

Cheryl.- en Venecia— frunce el ceño— es algo largo de explicar, pero sólo te diré que tú madre estuvo involucrada en esto.

Toni.- ¿te amenazó?

Cheryl.- sí.

Toni.- perdón, en serio.