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Ver que Ken-chin trajo a su amada Zephyr me emociono, quería pensar que recordaba que me gustaba pasear en ella, pero subirse con un niño era difícil. Se supone que es peligroso para él, ese era mi pensamiento hasta que vi lo emocionado que estaba Kenjiro al ver la moto. La Zephyr era grande y yo no había crecido mucho que digamos por lo que de entrar si lo hacíamos, Kenjiro se sentó en medio de Ken-chin y mío, así él se aferraba a Ken-chin y yo al pasar mis brazos para también aferrarme al tótem lo protegía más.

Cuando mis manos se aferraron a la cintura de Ken-chin sentí que el temblaba o era mi imaginación. No pensaba que podría tocarlo tan casualmente y me hacía feliz.

¿Nos veremos como una familia?

-Manejare despacio.

Kenjiro se divirtió en todo el viaje y justo como Ken-chin lo dijo, fue despacio. Sentir el viento en mi rostro me causo tanta nostalgia, como si solo hubiera sido ayer que Ken-chin me llevaba en la moto.

Al llegar a nuestro destino quise dar saltos junto con mi bebe, Ken-chin nos había traído a nuestro restaurante favorito.

Ken-chin, ¿Me intentas decir algo?

Hacer el pedido de comida fue difícil, realmente deseaba pedir un menú infantil para mí, pero al final decidí ser un "adulto" y pedí un plato normal, no deseaba que Ken-chin pensara que seguía siendo infantil.

-Mamá, vamos a lavarnos las manos. - Kenjiro jalo mi mano. - Draken-san ira cuando volvamos. - Le sonrió.

No nos demoramos mucho y al volver a la mesa, Ken-chin se fue a lavar, al volver le mostro ambas manos a Kenjiro y este levanto su mano con el pulgar arriba diciéndole que lo hizo bien, ver la interacción tan natural de Ken-chin y Kenjiro me hace darme cuenta lo bien que se llevarían.

Kenjiro era muy celoso con las personas que se me acercaban, siempre que alguien me hablaba con otras intenciones el comenzaba a nombrar a Ed "papá cuida mucho a mamá", "papá ayer le trajo a mamá taiyakis" y si eso no funcionaba para que se alejen se iba a la acción.

-Mikey.

-¿Si? - Dije saliendo de mis pensamientos. Note que la comida ya había llegado y el mesero quería poner el plato en mi lugar.

Mi mirada fue al plato, porque la comida de adultos es tan horrible. Ninguna decoración, se veía tan feo y poco apetitoso.

De pronto vi dos manos acercarse a mi comida y como cada uno dejaba una banderita en esta. Al alzar mi rostro pude ver como ambos se veían fijamente sorprendidos.

Ken-chin, no sabes cuanto te amo.

- Jajaja. - No pude evitar reírme, Kenjiro y Ken-chin fijaron su mirada en mí, les di mi mejor sonrisa. - Gracias por la comida. - Dije para ponerme a comer, la comida estaba deliciosa.

Hace mucho no disfrutaba tanto una comida, esta que tenía dos banderitas solo para mí.

Ken-chin te amo, te amo mucho, al no estar tu para cuidarme apareció Kenjiro que era tan parecido a ti, siempre cuidándome y velando por mí. Ken-chin eres tan perfecto que me diste una parte de ti para que este conmigo en tu ausencia.

Kenjiro se la pasó viendo a Ken-chin mientras comía, en algún momento note como este se incomodó por su mirada insistente, deje que se la arreglaran a fin de cuentas era culpa del tótem que mi pequeño lo analizara.

-Entonces, ¿Te vas a quedar una semana? - Solo pudo reír al ver que el alto no podía aguantar la mirada de mi pequeño e intentaba cambiar de tema.

-Si, se lo prometí al abuelo.

-Mamá, dijiste que solo era un viaje de dos días. - Kenjiro tenía el ceño fruncido.

-Gatito, hablaremos de eso luego. - Kenjiro se mordió el labio y continúo comiendo mientras seguía viendo a Ken-chin con el ceño fruncido.

Suspire.

-A tu abuelo le darán de alta el Lunes, ¿verdad?

-Eso me dijeron, está feliz porque ya no comerá esa horrible comida.

Ambos nos reímos.

-Menos mal Waka estaba presente o Shin-nii y el abuelo habrían estado peleando.

-Shinichiro siempre fue dócil con Wakasa y ahora con él bebe en camino el abuelo no refuta a Wakasa.

-Los dos se ven bien, me hizo feliz verlos juntos. Por fin alguien le hizo caso al idi- Me detuve y rectifiqué al sentir la mirada de Kenjiro sobre mí. - a mi querido hermano. Pensé que se quedaría solo de por vida.

Ambos nos quedamos en silencio unos minutos.

-Mikey, si mañana estas libre te gustaría ir a pasear. - Me sonroje por la petición, ¿era una cita?

-Yo...

-Mañana mamá va a estar ocupado. - Fue Kenjiro quien respondió. - Tenemos que llamar a papá y y hacer muchas cosas.

-Gatito.

-Papá dijo que debíamos llamarlo en la noche y ya es de noche, mamá. - Kenjiro comenzó a jalarme con ambos brazos. Suspire, si seguíamos terminaría mal.

-Perdona. - Me dirigí a Ken-chin. - Sera mejor irnos. - No refuto.

Salimos del restaurante con Kenjiro aun aferrado a mí.

-Los llevo a tu casa. - Ken-chin intentaba que Kenjiro lo mirara, pero este seguía atrás mío sin querer verlo.

-No, me mareo en la moto. Mamá vamos caminando.

-Kenjiro, compórtate. - Dije ya cansado de su actitud, el hizo un puchero, pero aun así no soltó mi mano. - Realmente lamento que la comida termine así.

-No te preocupes. - Ken-chin siempre tan correcto. - Antes que me olvide. - Lo vi ir a su moto y sacar de un compartimiento una bolsa tan conocida para mí.

-Taiyakis. - Dije más para mí que para los dos presentes.

-Son de tu tienda favorita. - Me extendió la bolsa con los taiyakis, me fijé en la bolsa un momento y luego lo vi directamente a los ojos, comenzaba a verlo borroso seguro era porque mis ojos se cristalizaron.

La moto, el restaurante, la banderita y ahora los taiyakis.

Ken-chin.

Extendí mi mano para tomar la bolsa y nuestras dedos por fin tuvieron un contacto directo, mi piel quemo.

No quiero soltarlo, no de nuevo.

Sentí un jalón en mi otro brazo y vi a Kenjiro.

Agarre la bolsa y me voltee, no quiero que me vea me esa manera.

-Voy a estar en la casa de mi abuelo, puedes venir cuando quieras. - Dije para ponerme a caminar, no miraría atrás.

Cuando doble la esquina y ya no sentía la mirada de Ken-chin sobre mí, con mi mano libre sobe mis ojos eliminando esas lagrimas traicioneras que deseaban salir.

-Vamos a la casa del abuelo. 


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Hola, les saluda Ale, la cena no termino muy bonita y Kenjiro saco las garras.

Espero les guste el capitulo, la verdad estaba emocionada por escribirlo, muchas gracias por las estrellas y sus comentarios, me gusta mucho leerlos. Espero seguir este ritmo y no demorarme en escribir la continuación.

Segunda oportunidad (Drakey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora