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-Mikey no sigas, tenemos que ir a la fiesta.

-Se supone que es una celebración. - Bufo mi rubio. - Estamos celebrando. - El enano estaba arrodillado delante de mí.

-M-mierda. - Sentí su aliento en mi piel desnuda.

¿En qué momento me bajo los pantalones?

-¿No quieres? - Ese tono inocente podría engañar a cualquiera, pero que su rostro este frente a mi pene no lo ayudaba. - Si quieres puedo parar. - Dijo para luego dejar un beso en la punta.

-Que sea... r-rápido. - Solté un ronco gemido al sentir como su cálida boca engullía mi hombría.

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-Entonces, ¿Se irán pronto?

-Si, viajaremos mañana temprano. - Suspire, supuestamente Hakkai había venido a "felicitar" a Inui y Draken por la apertura de su taller, pero solo lo veía seguir como cachorro a Mitsuya. - Tenemos un contrato para una sesión de fotos en una playa virgen, un cliente algo excéntrico lo solicito, Hakkai ha ganado mucha popularidad así que han estado lloviendo los contratos. - Me sentía orgullosa de mi hermanito. - Será un viaje de un mes.

-Eso es genial, espero tengan tiempo para mandarnos fotos. - La enorme sonrisa de Nahoya me causó escalofríos.

-¿Por qué estás aquí? - Ya no pude soportar la curiosidad. - ¿Te contrataron para atender la barra?

-No. - Su sonrisa burlona podía competir con el gato Cheshire. - Estoy aquí porque quiero.

-¿No me digas que les metes cosas raras a las bebidas? - Tarareo feliz, como si hubiera dicho lo que deseaba oír.

-Hermano, quiero un poco de hielo. - Detrás mío apareció Souta, su hermano le dio el hielo y el menor se fue.

-¿Entonces? Desearía que me respondas antes de tomar lo que me preparaste. - La bebida se veía deliciosa, pero por malas experiencias deseaba saber que ingería.

-Tu coctel no tiene nada, es justo lo que me pediste. - Se rio, aun desconfiada tome un pequeño sorbo, completamente delicioso.

-Bueno, te creo. Quita esa sonrisa que me das escalofríos.

-Sabes que soy el hermano sonriente. - Vino otro invitado a pedirle una bebida, el chico de cabello melocotón lo preparo como todo un experto incluso lo vi hacer malabares, sirvió la bebida y nuevamente nos quedamos solos, el sonido de la música era bajo por lo que se podía mantener una conversación tranquila.

-Yuzuha. - Me llamo mientras preparaba otra bebida. - ¿Te vas a conformar con beber un coctel tan suave?

-Mañana viajare, así que sí.

-Siempre dicen que eres la que tiene mejor aguante con el alcohol, me decepciona que no tomes algo más fuerte. - Su cara inocente no me engañaba. - Practique mucho para este día.

-Se claro. - No me gustaba para donde iba la conversación.

-En el restaurante que abrimos mi hermano y yo, en ocasiones vienen clientes "problemáticos" para deshacernos de ellos sin problemas cree un coctel tan fuerte que los deja fuera de combate. - Esa sonrisa no pronosticaba nada bueno. - Vine para saber si los "mejores" bebedores podrían aguantar mi obra maestra. - Puso delante de mí una bebida que a la vista se veía inofensiva, sus colores eran atrayentes y estaba adornado con una sombrilla.

Se veía tan bonita, pero venia del Kawata mayor y eso era de temer.

-No estoy interesada. - Le di otro sorbo a mi hurricane. - Esta es mucho más rica.

Segunda oportunidad (Drakey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora