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Abrí los ojos poco a poco, aún estaba oscuro, me sentía observado.

En la pared frente a mi vi una sombra, sobé mis ojos para enfocar mejor, aun me encontraba adormilado.

¿Ken-chin?

Debo estar soñando, fue mi primer pensamiento, luego de unos minutos al estar más despierto note que no era un sueño, Ken-chin estaba sentado en el suelo apoyando su espalda contra la pared, tenía los brazos cruzados en el pecho.

-¿Ken-chin, porque estás aquí? - Susurre bajo mientras salía de la cama, no quiero despertar a mi pequeño.

Cuando estuve cerca de él me agaché, tenía los ojos cerrados, ¿Esta dormido?, alce mi mano para tocar su rostro.

-No me toques. - Gruño bajo, había golpeado mi mano. - Vamos afuera, tenemos que hablar. - Su mirada era fría, mi cuerpo tembló, no sabía si era por el frio de la mañana o por su actitud.

Lo sabe.

Seguí a Ken-chin fuera de la habitación, avanzamos hasta llegar al dojo, estábamos lejos de los cuartos. Me dijo que me sentara y obedecí.

-Mírame. - Apreté los labios, no quería hacerlo. - Que me mires maldita sea. - Alzo la voz.

-¿Qué quieres? - Intente mantenerle la mirada.

-¿Kenjiro es mi hijo? - Mis ojos se cristalizaron y asentí. - Maldito hijo de puta. - Agarro con fuerza mi ropa y alzo su puño, cerré los ojos a espera del golpe, en lugar de eso escuché un golpe seco y sentí que era soltado. Ken-chin golpeo el suelo. - ¿Por qué no me dijiste?

- Yo.

-Sin mentiras, Sano, ya me cansé de tus estupideces. - Hizo lo posible para mantener la compostura.

Suspire.

-No sabía cómo decirte.

-¿Te fuiste sabiendo que estabas embarazado?

-No.

-Dije sin mentiras. - Gruño.

-No te miento, me entere mucho después.

-¿Kenjiro lo sabe? - Negué. - ¿Qué le dijiste de mí?

-El nunca pregunto por ti. Él siempre pensó...

-Que Baji era su papá. - La voz de Ken-chin se quebró, una lagrima rodo por su mejilla, a pesar de estar furioso se veía triste, intente acercarme. - Que no me toques, ya estoy harto de toda la mierda que me haces.

-Ken-chin yo, lo quería proteger.

-¿Y qué? ¿Yo era alguien peligroso para él?

-No de ti. - Mis lagrimas comenzaron a surcar por mis mejillas. - Mi familia-

-Claro, tu perfecta familia, la gente por la que darías todo. - Se burlo. - Pero que te dieron la espalda en el problema.

-Ken-chin no quiero saber.

-Me vas a escuchar, eso de que lo querías proteger es una gran mentira, no querías proteger a Kenjiro, solo pensaste en ti. Nunca confiaste en mí.

-Yo sabía que Emma mentía.

-Y por eso me dejaste. - El sarcasmo era notorio. - Preferiste largarte y dejarme toda la mierda a mí, tu "inocente hermanita" solo necesito decir que tenía algo conmigo para que todos le creyeran. Yo ni siquiera estaba consiente, aguante los golpes de Izana, el repudio de Shinichiro y tu abuelo, mientras tu vivías feliz tu vida con MI HIJO.

-Las cosas aquí eran insoportables, Ken-chin. ¡Ya no aguantaba estar aquí! - Para estas alturas, ya no me importaba contener la voz ni mis lágrimas.

-¡¿Y porque no te apoyaste en mí?! Te rogué que viviéramos juntos, yo solo quería tenerte a mi lado, pero. - Soltó una amarga risa. - Es muy poco lo que te ofrecía ¿Verdad? - Moví la cabeza negando vehementemente. Ken-chin elimino los rastros de lágrimas en su rostro. - Nunca fui lo suficientemente bueno para ti, un huérfano abandonado en un burdel no es bueno para ti o para mi hijo. - Sentencio.

-E-eso es mentira. - Sorbí por la nariz. - Ken-chin, yo te amo. - Mis sollozos aumentaron. - Yo solo te amo a ti.

-No te creo. - Apreté los labios con fuerza. - Quiero que le digas la verdad a Kenjiro. - Me paralice.

-No sé cómo.

-Pues tendrás que saber cómo decirle, tengo derecho a estar con mi hijo y el a saber quién es su padre. - Se puso de pie. - Y no te atrevas a huir, a diferencia de la vez pasada, en esta ocasión no respetare tu decisión y te encontrare. - El tono gélido en el que me hablo me rompió el corazón, agache la cabeza y escuche como la puerta se cerraba.

Horas atrás, Ken-chin me sostuvo gentilmente, me había mirado dulcemente, la calidez de su mirada me derritió y ahora me dejaba solo en esta habitación fría y repudiándome.

-Ken-chin. - Apegue mis piernas a mi pecho. - Ken-chin. - Lo volví a llamar, pero no volvió. 

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Hola! Les saluda Ale, me disculpo porque sea corto pero sentía que solo debía ir esto xD espero sea entretenido, ya contare que paso, solo que aun dudo de como escribirlo sin que suene a la "rosa de guadalupe" xDDD 

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Segunda oportunidad (Drakey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora