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La fiesta iba de maravilla, la enorme sonrisa de Kenjiro no desaparecía o bueno era lo que notaba de lejos. El no ver a su padre hizo que no se despegara de él, las únicas veces que lo dejo solo era cuando Mikey y el tipo se iban a hablar, para no estar saliendo el tipo se tomaba muchas libertades, vi cuando alejo a Mikey de nosotros para tener una charla más “privada” y solo en un segundo que deje de verlos para hablar con Kenjiro observe como ese apoyaba su frente en el hombro de Mikey.

Demasiado cerca.

-Kenjiro, ¿Por qué no llamas a tus papás para comenzar a jugar?

Kenjiro obedeció a Shinichiro y fue por sus “padres”, nunca pensé que tendría envidia de algo así, cuando era niño no negaría que pensaba en crecer, tener un buen trabajo y una cálida familia. Quería saber que era esa vida hogareña que muchos de mis compañeros de la escuela tenían, no me quejaba de mi situación porque mi padre a su manera me demostraba su amor.

Ese pensamiento murió cuando conocí a Mikey, él nunca dijo que era un doncel por lo que di por hecho que al menos no tendríamos “hijos” pero al final no me importo porque lo único que deseaba era seguir con él, quería crecer y ganar suficiente dinero para poder encontrar un lugar donde vivir juntos.

Vivir juntos.

Que Mikey sea lo primero que vea al abrir los ojos y lo último al cerrarlos me daba, corrección, me da mucha ilusión. Ese enano ha sido la única persona a la llegue a amar, a pesar del tiempo y la ausencia este amor no se marchito, continúo floreciendo.

Pero amarlo no era suficiente y de eso me di cuenta cuando nos separamos, nunca pensé que terminaríamos por terceros, nunca pensé que él no confiaría lo suficiente en mí. Mikey simplemente se fue, me dejo y no me dio oportunidad de nada.

Y ahora solo lo veía de lejos, el tipo que está a su lado y Kenjiro eran su presente.

Los observaba, Mikey y Kenjiro se veían a gusto con él, este les hacía reír o los abrazaba y luego de eso me miraba, puedo jurar que lo hace apropósito, el hecho de que marque territorio no me amedrentaba, ya mis dudas fueron resueltas.

Mikey aún es mío.

Suena presumido que lo diga, pero gracias a Kenjiro puedo dar fe de eso.

Luego de los juegos le cantamos, Mikey vino a pedirme que me tomé una foto con el pequeño y fui contento, Kenjiro no dudo y me abrazo, mi corazón bombeaba estrepitosamente, me aferre a ese pequeño cuerpo y vimos a la cámara para la foto.

Necesito esa foto.

Mi felicidad se esfumo segundos después, realmente se ven como una familia perfecta.

Mientras comíamos hubo un alboroto por las fotos, incluso el celular de ese sujeto llego a mis manos, ver a Mikey cargando a Kenjiro que llevaba una ropa de bebe con orejas de gato lo derritió, se veían tan hermosos, el aura de Mikey había cambiado bastante, esa foto me transmitía tanta paz. Izana me quito el aparato sin darme la oportunidad de pasarme la foto, ¿Cómo le puedo pedir que me pase esa foto? Incluso deseaba más, Mikey se veía sumamente hermoso, era una faceta que desconocía.

Todo lo que me perdí.

¿Estaba mal anhelarlo? Mientras estaban separados, Mikey había pasado por tantas cosas y no podía evitar desear haber sido parte de eso.

¿Cómo se vería Mikey embarazado?¿Habría tenido un antojo en específico?¿Kenjiro sería un bebe tranquilo o de los que lloraba mucho? Tenía tantas preguntas que hacer.

Sali de mis pensamientos al escuchar al señor Sano decir que era momento de abrir los regalos, Izana y Shinichiro habían peleado para poder dar cinco regalos cada uno porque dijeron que era lo que le debían a Kenjiro, el pequeño salió rápido de su estupor al ver tantos regalos y comenzó a abrirlos, agradeció a sus tíos mientras iba desenvolviendo uno a uno, luego fue el turno de Koko y tal como se esperaba Kenjiro estaba encantado con las entradas, le rogo a Mikey y al otro ir al parque de diversiones y estos aceptaron, cuando llego mi turno le pedí ayuda a Kakucho para traer sus presentes.

-¿Son todos para mí? - Asentí. - ¡Draken-san son muchos! ¡Muchas gracias!

Segunda oportunidad (Drakey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora