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-Ken-chin me ama. - Grito.

-Si lo hace porque se metió con Emma, ese bastardo se aprovechó de ella.

Se removió.

-Emma podrá darle una familia a Ken, es lo mejor para todos.

-Manjiro, no voy a tomar partido porque te quiero a ti y a Emma.

Sentía que me faltaba el aire.

El me ama, por eso se acostó con-

- ¡MIKEY! / ¡PAPÁ!

Dos fuertes gritos me hicieron abrir los ojos, mi rostro estaba lleno de sudor, enfoque mi vista y me centre en las dos personas que estaban a mi lado viéndome con rostros preocupados.

-Edward, Kenjiro. - Aun me sentía desorientado, quería decir algo más, pero Kenjiro se lanzó sobre mí y lo abrace con fuerza. - ¿Q-que pasa pequeño? - Correspondí el abrazo de mi pequeño mientras lo arrullaba.

-Papi, ¿Por qué llorabas? – Dijo el menor aferrándose a mí.

- ¿Estaba llorando? - Pregunté para luego sentir como mi pequeño se soltaba de mi abrazo y me miraba directamente, sus pequeñas manitos fueron a parar a mis mejillas y luego sentí como sus pulgares limpiaban algunas lágrimas que aún quedaban en mis ojos. - C-creo que tuve una pesadilla, pero ya paso. - Le sonreí. - Ahora que estas a mi lado todo está bien. - Le abrace con fuerza.

-Nos diste un buen susto. - Esta vez fue Edward quien hablo, se había mantenido al margen de la conversación. - La próxima vez despierta al primer grito. - Dijo riendo mientras acariciaba mi cabeza.

- ¿Al primer grito? - Dije haciendo un puchero. - ¿Pues cuantos fueron?

-Papi, te llame muchas veces, pero no despertabas. - Me respondió Kenjiro. - Así que busque a papá para que me ayudara. - Se veía asustado así que lo volví a abrazar y no le corregí por haber llamado a Edward de esa manera.

-El enano vino corriendo a la cocina y no podía decir una oración completa. - Comentaba burlonamente. - Me recordó a cuando comenzó a hablar. Se veía tan lindo.

Kenjiro al escuchar a Ed se separó abruptamente de mí y comenzó a refutar al mayor.

-E-eso es mentira. – Decía con un sonrojo en sus mejillas.

Su pequeño hijo a pesar de tener 6 años odiaba que lo trataron como un bebé, muchas veces se unía a Edward para molestarlo porque les gustaba verlo sonrojar y hacer pucheros. En esta ocasión entendía que Keisuke lo hizo para aligerar el ambiente, su pequeño ya no se veía asustado por el ahora solo hacia pucheros mientras le decía a Keisuke que se le iba a quemar la comida, este reaccionó y salió corriendo de la habitación para satisfacción del menor.

-Papi. - Esta vez se dirigió a mí. - ¿Estás seguro que estás bien? - Sus grandes ojos negros me veían con preocupación, amaba los ojos de mi pequeño, amaba ver tanta luz e inocencia en estos.

-Si, estoy contigo y con Edward. - Dije acariciando su mejilla, pero luego me detuve al escuchar un maullido. - No me olvide de ti Peke J. - Dije riendo viendo al pequeño gato saltar y ser atrapado por Kenjiro. - Ve con Edward y asegúrate que no queme nada.

El pequeño salió corriendo con Peke J en brazos.

Al estar solo quite mi sonrisa, hace mucho no soñaba con el pasado, sentía mis hombros pesados se supone que ya lo había superado, escuche un grito de Edward de fondo y me apresure a la ducha y alistarme porque debía llevar a mi bebe a sus clases.

Segunda oportunidad (Drakey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora