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-Mikey. - Me ignoro. - Mikey.

-¿Qué quieres? - Volteo a verme, Shinichiro y el señor Sano ya se encontraban dentro del auto.

-Perdón, me demore. - Me detuve al sentir su penetrante mirada, Kenjiro se aferró a mí y me susurro al oído "Mamá da miedo".

-¿Eres idiota? - Kenjiro iba a protestar, pero Mikey se le adelanto dándole una moneda. - Kenjiro, nos iremos con el abuelo y tío Shin.

-Si mamá. Draken-san, por favor. - Lo baje.

-¿No me ayudaras? - Vi al pequeño traidor subir al auto.

-Perdón Draken-san, pero mamá es primero.

-Iré a comprar taiyakis. - En menos de un segundo Kenjiro ya se encontraba a mi lado.

-¿De verdad? - Su mano estaba sujetando la mía, sus ojos brillaban de ilusión. Definitivamente es hijo de Mikey.

-Si.

-Mamá, ¿Puedo acompañar a Draken-san? - El pequeño sinvergüenza le sonreía con descaro a Mikey.

Mikey le frunció el ceño.

-Pequeño traidor. - Al menos él le dijo lo que yo no pude.

-El taiyaki es importante, mamá. ¿Por qué no nos acompañas? - Gran jugada, Mikey no cayo, Kenjiro me soltó la mano y se puso detrás mío ocultándose de su madre.

-Cuida a mi bebe. - Solo eso me dijo para cerrar la puerta del auto.

Con un demonio, lo que me faltaba.

Shinichiro y el señor Sano se rieron de la situación y nos dijeron que no demoremos.

-Mamá dio mucho miedo. - Kenjiro por fin hablo, ya nos encontrábamos solos.

-No entiendo, ¿Por qué se enojó?

Kenjiro se puso delante de mí y me miro con los ojos bien abiertos.

-¿No sabe?

-No.

-Los adultos son raros. - Sentencio, al querer una mejor respuesta me agache, necesitaba una explicación.

- Pues, ilumíname. - Kenjiro suspiro.

-Mamá estaba celoso. - Mi corazón dio un brinco.

-¿De verdad? - Intenté controlar el tono de mi voz, me sentía como un colegial enamorado y es irónico porque no me sentí de esa manera cuando tenía esa edad.

-No se preocupe, Draken-san. Es muy normal.

-¿A qué te refieres? - No quería hacer la siguiente pregunta. - ¿Mikey cela a alguien más?

-No. - Solté el aire que contenía. - Pero mi abuela me conto que papá celaba mucho a mamá cuando eran niños.

-¿Qué?

-Si, sí. Me lo dije en secreto así que no le digas a mamá. - Me puso una cara de cachorrito, no me pude resistir.

Mi mente era un revoltijo, el papá de Kenjiro era alguien que Mikey ya conocía de antes, pero ¿Quién?

Me gustaría conocer a la persona que pudo lograr algo con Mikey.

Mitsuya tenía razón, Mikey no había estado con cualquiera. Mi cabeza era un revoltijo, quería saber quién era, ¿lo conocía? ¿En qué momento alguien estuvo tras Mikey y no lo note?

No podía ser-

-Draken-san. - Kenjiro sostuvo mi rostro con ambas manos, me volvió a la realidad.

-¿Qué paso?

Segunda oportunidad (Drakey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora