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-Mierda. - La llave cayó al suelo.

-¿Otra vez? - Suspiro Inui. - Eso te pasa por idiota. - El rubio se agacho a recoger la llave y me la devolvió.

-Lo sé, maldición. - Vi mi mano lastimada. - A este paso me demorare siglos.

-Mira el lado positivo, tu hijo dijo que te esperaría así que no importa que te demores.

-No es tan sencillo. - Necesitaba apurarme.

-¿Mikey volvió a huir?

-¿Qué? ¡No! El me prometió que no volvería a escapar.

-Menos mal. - Puso su mano en mi hombro. - Entonces ¿Qué paso?

-Kenjiro esta raro, el día que llegaron, Baji, el amigo de Mikey al que Kenjiro llama papá. - Respondí al ver la cara interrogante del rubio. - Bueno, Baji le dijo que su pareja esta embarazado, desde ese día está actuando raro, Mikey me contó y me dijo que hablara con él ya que a ellos los evita. Voy tres días que lo llamo y cuando intento sacar el tema me da una excusa. - Jale un poco mi cabello para desestresarme. - Mikey dice que anda más callado y que se la pasa encerrado en su habitación. Mi bebe no es así, él es muy activo, le gusta corretear por todos lados.

-Parece que ya te metiste en el papel de padre. - Dio palmaditas en mi espalda. - Igual no te dejare ir, yo también tengo pedidos por lo que ya no puedo ayudarte.

-Ya lo se. - Mi mano no estaba tan herida pero aun así cuando hacía mucha fuerza no aguantaba y soltaba la herramienta que usaba, ya perdí la cuenta de cuantas veces se me van cayendo las cosas. - Necesito apurarme.

Inui se me quedo viendo.

-Mejor ve a comprar nuestro almuerzo, eres inútil en este estado al menos así yo avanzo.

-Si, lo que digas.

Tome mi billetera y salí, saque el celular de mi bolsillo y marque.

-Mikey.

-Ken-chin, hola, ¿Tuviste algo de suerte?

-No, me estaba hablando de que le fue bien en la prueba que dio y luego lo que comió en la cena. No hablo de Baji ni de su pareja, ¿Tu pudiste conseguir algo?

-Aun nada, siempre cambia la conversación, acepta que Baji lo llevé a clases pero dice que le sujeta la mano y se queda tranquilo a su lado. – Mierda, mierda. – Ya no sé qué hacer, Ken-chin. – La voz de Mikey se quebró.

-Mikey, Mikey. -Lo llame elevando un poco la voz. – Respira, debes estar en tus cinco sentidos.

-Pero Ken-chin, no sé qué más hacer. – La respiración de mi rubio se volvió irregular. – Mi bebe esta triste, hace mucho no se ponía así.

-¿Hace mucho?

-Luego te contaré. – Estuvimos un momento en silencio. – Ya debo irme.

-Mikey. - Me respondió con un "¿Si?" – No te desesperes, seguro solo necesita tiempo. Tu y Baji son buenos padres, nuestro bebé en algún momento nos dirá que le pasa, esperemos. – Apreté los labios. – Ya voy, espérame.

-Si, Ken-chin.

Necesito apresurarme, lo horrible de ser adulto eran las responsabilidades, no podía dejarlo todo e irme. No sería un buen ejemplo para mi pequeño.

Cuando regresé al taller vi a Inupi hablando con un cliente, lo salude y fui a donde se encontraba la moto que estaba reparando, ya luego comería o eso pensé, al llegar a la zona donde estaba la moto vi a alguien de espaldas trabajando, al acercarme más pude distinguir a Shinichiro.

Segunda oportunidad (Drakey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora