Abrí los ojos por el leve dolor en mi espalda, la posición en la que estaba es incomoda, pero no deseaba dejarla.
Al tener los ojos completamente abiertos vi a Mikey y Kenjiro recostados sobre mí, los recuerdos de la noche anterior volvieron, mi rubio dijo que yo continuara leyendo y que luego el me relevaría, pero mientras lo hacía ambos pequeños cayeron dormidos, los admire por un momento y los apegue más a mí, el escuchar sus calmadas respiraciones hicieron que también cayera en el mundo de los sueños.
-Ken-chin. - La suave voz de Mikey me saco de mis pensamientos. - Buenos días. - Mi rubio estiro un poco su rostro y dejo un delicado beso en mis labios.
-Buenos días. - Respondí atontado, no estaba preparado para ese gesto de parte de Mikey, bueno, no delante de nuestro pequeño.
Kenjiro tenía aun los ojos cerrados, su respiración acompasada delataba que aún estaba durmiendo.
-Me lavare y comenzare a preparar el desayuno. - Alzo mi brazo que lo mantenía sujeto y se deslizo hasta que sus pies tocaron el piso.
-Te ayudare. - Me moví un poco, pero las manos de mi bebe me tenían bien sujeto de mi camiseta, Mikey al verlo se rio y fue directo al baño. Yo me quede en la misma posición, no deseaba despertarlo.
-Por si te llegas a soltar, estaré en la cocina. - Dijo Mikey cuando salió del baño ya limpio y cambiado.
Me quede contemplando el rostro de mi bebe, se veía tan lindo durmiendo igual que Mikey.
Agarré su pequeño cuerpo y me recosté por completo en la cama, esa posición fue horrible para mi espalda, pero definitivamente valió la pena si mis dos ángeles durmieron bien. Nunca pensé que utilizaría esa palabra con alguien, Mikey siempre ha sido hermoso, pero siempre lo vi como un diablillo. Por otro lado, Kenjiro era igual a él, no iba a enceguecerme en que mi bebe era un santo porque no lo es, pero aun así mientras más lo veía solo podía pensar en que si los ángeles existieran serian igual a él.
-Mi pequeño ángel. - Susurré acariciando su mejilla, estas se tiñeron de rojo, lo había despertado. - Así que estabas despierto. - Kenjiro llevo sus manos a su rostro, ocultándolo. - Te ves tan lindo cuando te sonrojas.
-Draken-san no diga eso. - Hablo ahogado, sus manos seguían cubriendo su rostro.
-¿Por qué? - Me reí. - Es la verdad. - Agarre sus manos, Kenjiro batallo para no alejarlos de su rostro, al final gane. - ¿Ves? Mi pequeño ángel es tan hermoso.
-Draken-san. - Es tan divertido verle hacer un berrinche por llamarlo así, negué y le dije que debíamos levantarnos.
Kenjiro obedeció y dijo que se iría a cambiar y asearse, es tan buen niño.
Vi la hora, realmente era temprano, me sorprende que Mikey se despertara solo, debe ser otros de sus cambios al ser papá. Acaricié mi espalda que seguía adolorida y me dirigí al baño.
Al salir al pasillo me tope con Peke J, el gato había dormido en el cuarto de Baji y Chifuyu y ahora se dirigía a la habitación de Kenjiro, seguro quiere unas caricias.
Al llegar a la cocina, la imagen que me dio la bienvenida me quito la respiración, definitivamente el cuerpo de Mikey es pura tentación, pase saliva con dificultad y sin dudar me acerque a él y puse mi mano en su cadera, disfrutando el contacto.
-¿Mi gatito ya se despertó? - Mi doncel no reacciono ante mi toque, aprete con un poco de fuerza su cadera. - Ken-chin no seas pervertido. - Susurro bajo, solo para nosotros dos.
-Ya despertó, se está cambiando. - Apegue mi cuerpo al suyo.
-Pensé que lo ayudarías.
-¿Crees que me deje? - Aun estoy temeroso de esos temas, a pesar de ser actividades cotidianas no sabía cómo actuar, no deseo ser invasivo.
-Yo creo que si, en todo caso, no pierdes nada preguntando ya que Ed siempre le ayuda. - Sé que estar celoso de Baji es tonto, pero el saber esas cosas duelen. - Espera Ken-chin, no lo tomes a mal. - Mikey dejo los palillos que sostenía y dirigió su mirada a mí. - No fue mi intensión. - Agacho la cabeza apenado.
-Lo sé. - Agarre su mentón para levantar su rostro y unir nuestros labios, fue un toque dulce, calmado, sin otras intenciones más que la de sentirnos cerca.
-¡Ven Peke J! ¡Vamos a desayunar! - Nos separamos al escuchar los pasos.
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-¿Draken-san ya fue a la pastelería de mamá?
-Si, le estuve acompañando estos días.
-Mamá se ve muy bonito con su uniforme, ¿Verdad?
-Si, muy bonito. - Mi pequeño al escuchar la respuesta movió los pies de la emoción.
-Kenjiro, ten cuidado.
-Mikey, lo tengo bien sostenido. - A pesar de que decía eso no me sentía muy seguro, Kenjiro era muy enérgico y temía que se le escapara.
Al salir de nuestro edificio y dirigirnos al jardín de Kenjiro, este le pidió a Ken-chin que lo cargue en sus hombros, el tótem como siempre no se negó y lo alzo sin problemas. El alto al ver mi miedo me dijo que iría lento, lo bueno de salir temprano es que podíamos darnos ese lujo.
-Estar así de alto es divertido. - Kenjiro es el que más disfrutaba. - ¡Puedo ver perfectamente mi escuela!
Mi gatito tenía razón, estábamos cerca, incluso podía reconocer a más de una persona del jardín de mi bebe que tenían sus miradas sobre nosotros, más específico sobre Ken-chin y Kenjiro, estos dos no lo notaban, estaban más concentrados en su mundo.
-Kenjiro.
-Mikey, tranquilo. - Se detuvo. - ¿Te sentirás mejor si lo cargo así? - El cuerpo de Kenjiro estaba entre los brazos de Ken-chin, mi pequeño cruzo sus brazos e inflo las mejillas.
-Pero yo quiero estar en los hombros de Draken-san.
-Vamos angelito, entiende a Mikey. - Las mejillas de mi bebe se tiñeron de carmín. - Tiene miedo, ya luego nos dejara más tiempo, ¿Verdad? - Asentí y Kenjiro suspiro.
-Bueno, al menos sé que ese señor no está. - Mi bebe dijo entre dientes.
-¿Quién? - Ken-chin se veía dudoso, pero yo sabía a quien se refería, realmente esperaba que ese tipo no estuviera cerca.
-Buenos días Kenjiro-kun, Sano-san y... - La maestra de Kenjiro nos miraba con curiosidad.
-¡Draken-san! - Completo mi gatito, Ken-chin lo dejo en el suelo y Kenjiro se acercó a la profesora. - Hina-sensei le presento a Draken-san.
La profesora y Ken-chin hicieron una reverencia y antes de irse le avise que Ken-chin también podía recoger a mi bebe. Hina-sensei no puso quejas ni miro mal a Ken-chin, sin duda ella es una de las maestras más dulces y comprensivas que conozco.
-Hora de ir al trabajo. - Mi tótem agarro mi mano cuando Kenjiro y Hina-sensei desaparecieron en un salón.
-Si, vamos.
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Buenas madrugadas! Les saluda Ale :D (actualizando tarde como siempre).
Tal vez es algo lento porque veremos mas interacción de la familia junta, pero así debe ser o bueno eso dice mi bloc XD muchas gracias por sus comentarios y estrellas.¿Opiniones?
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Segunda oportunidad (Drakey)
FanfictionMikey decide abandonar su hogar al sentirse traicionado por su familia y por quien consideraba la persona que más lo amaba. 7 años después su familia le ruega que vuelva pero no llegará sólo. Advertencia: mpreg (embarazo masculino) Pareja principal:...