13

3.6K 353 88
                                    


Luego de entregar los taiyakis a mi hijo volví al burdel. Me sentía como en un sueño "un nieto, tenía un nieto". Lo único en lo que podía pensar era en conocerlo más, en esta ocasión no pudo porque se la paso jugando lejos de él, tenía mucha energía, le recordaba tanto a su Ken.

Aunque no todo era color de rosa, no le agrado la promesa que le hizo a Mikey pero tenía seguridad de que Ken se daría cuenta por sí solo.

-Solo es cuestión de verlos juntos, es tan obvio.

Quería gritarle a todo el mundo que era abuelo.

Ese día fue perfecto, estaba tan emocionado que al llegar al burdel y toparme con Remi se lo dije, a fin de cuentas, prometí mantener el secreto de mi hijo, pero no de otras personas. Remi llamo a las chicas que llevaban más tiempo en el negocio, muchas gritaban de felicidad y se sorprendieron de que "su Kenny ya fuera padre". Escucho a otras chicas refutar y decir que no se sorprendían a fin de cuentas en más de una ocasión escucharon los gritos del pequeño Mikey, recordaban anécdotas en las que hicieron avergonzar a los jóvenes. Ken se avergonzaba al ser molestado más el pilluelo de Mikey solo les seguía el juego.

Las chicas querían conocer al pequeño así que orgulloso mostré la foto que tenía en mi celular, estaban encantadas de verlo y querían conocerlo en persona.

Llama a Kenny y oblígalo a traer a Mikey y a su bebe, nosotras como las hermanas mayores de ese idiota necesitamos conocer a nuestro sobrino.

Mikey se ve tan lindo, los años no pasan para él.

Yo vi a Kenny de pequeño, se parecen tanto.

Mejor no esperemos y llamémoslo.

Fue en ese momento que las detuve, les expliqué la situación y a pesar de que muchas deseaban negarse a guardar el secreto terminaron aceptando. A fin de cuentas, todos teníamos fe de que Ken lo notaria.

Grave error.

Pasaron lo días, el sábado no lo llamo y pensó que Ken y Mikey debían estar aclarando la situación, llego domingo y se autoconvenció que su hijo estaba conociendo a su pequeño, el lunes no pudo aguantar más y lo llamo más su "querido" hijo no le respondió.

Y ahora martes en la tarde, Ken apareció, cerro el periódico que leía y espero ansioso las buenas noticias.

-¿Por qué no me dijiste que viste a Mikey en la tienda de taiyakis?

-Primero, buenas tardes, mocoso maleducado. - Nuestras miradas chocaron. - Segundo, te dije que estabas a tiempo y lo verías.

-No me dijiste.

-El me pidió que no avisara a nadie, me dijo que solo se quedaría ese día y luego volvería a irse. Por tu manera de hablar supongo que no se fue.

-Su abuelo le pidió que se quedara una semana con ellos.

-Entiendo.

-¿Por qué no me advertiste?

-¿Sobre qué?

-Mikey tiene un hijo. - ¿Escucho bien? La afirmación era incorrecta, lo que debería decir es "tengo un hijo con Mikey".

-¿De que estas hablando? - Deseaba corroborar lo que escucho.

-No te hagas el idiota, conociste al niño, él se acuerda de ti y que le prometiste invitarle un helado. - Le pediría a Mikey una salida con mi nieto. Ken suspiro intentando calmarse. - Lo que te reclamo es que no me advirtieras sobre Mikey, te cruzaste con el ex de tu hijo y sabias que ya me supero y que hasta tiene un hijo de otra persona. Lo mínimo que deseo es que mi padre me mantenga informado, estaba a poco de irme del hospital.

Segunda oportunidad (Drakey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora