Segunda oportunidad (Drakey)

28

Un día junto con Emma fuimos a hacer unas compras, mientras paseábamos por la ciudad es que vimos una figura conocida para nosotros. Ver a la madre que nos abandono fue perturbador, al ser solo unos niños la seguimos sin importar las consecuencias.

Al tenerla ya frente a nosotros es que le preguntamos porque nos dejó, Emma tenía los ojos rojos aguantando las lágrimas que luchaban por salir, ver a mi hermana tan vulnerable me hizo tomar más valor para confrontar a nuestra madre.

-Tú no eres mi hijo, ustedes no son hermanos.

-¿Qué?

-Eres el maldito hijo de mi ex marido con una perra filipina. - La mujer soltó el humo del cigarro que estaba inhalando. - Ese hombre era un inútil, unos matones lo apuñalaron y murió.

Mi mundo se venía abajo, todo lo que creía, la familia que tenía poco a poco se desmoronaba.

-¡Eso no es verdad! - Fue Emma quien se armó de valor y se puso delante mío.

-Ustedes no comparten sangre, no son hermanos. - La mirada fría de la mujer me asusto, aspiro nuevamente de su cigarro y soltó el humo lentamente. - ¿Por qué están juntos?

-Izana-nii y yo vivimos juntos.

-No sabía que ese viejo podía darse el lujo de criar a tanto mocoso abandonado. Si en ese entonces hubiera tenido ese conocimiento, hubiera pedido algo por ti, Emma.

Fue lo último que dijo.

Yo me sentía ido, mi cabeza dolía, mi corazón estaba roto. Sentí las cálidas manos de Emma tomar mi rostro.

-Eso es mentira, no la escuches. - Lloro. - Izana-nii es mi hermano.

-No compartimos sangre. - Mi voz era solo un murmullo.

-¡Eso no importa! Izana-nii es mi hermano, yo siempre seré tu hermana. - Sus brazos me rodearon, su pequeño cuerpo me reconforto.

Ese día no pude dejar de llorar.

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-¡Debes estar de mi lado!

-Pero Emma, Mikey-

-¡Mikey no es tu hermano! - Me congele. - ¡Tu única familia soy yo! - Emma lloro. - Siempre es Mikey, todos se preocupan por él y nadie piensa en mí.

Con Emma salimos de la fiesta, había querido golpear un poco más al bastardo de Draken pero ella me lo impidió y me saco del lugar. Pensé que este problema lo resolveríamos entre nosotros, pero Emma insistía en que debíamos decirle al abuelo y a Shinichiro, no quería, solo traería problemas a Mikey.

Pero Emma era mi hermana, era la única que sabía la verdad y aun así me había aceptado como familia.

Ella era mi única familia.

-¿Es verdad lo que me dices? - Apreté los puños.

-Si. - Susurro. - Ken y yo salimos desde hace tiempo, él me dijo que me quería. Se aprovecho de que siempre estuve enamorada de él.

Mi cuerpo tembló, debo creerle, necesito creerle.

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-¡Debes estar de mi lado!

-¡Emma esto se está saliendo de control! ¡Estamos lastimando a Mikey!

-¡Yo soy tu hermana! - Mi cuerpo tembló. - ¡¿Crees que Mikey te querría si supiera la verdad?!

Quería decir que si, deseaba tanto confiar en la familia que tenía.

Ustedes no comparten sangre, no son hermanos.