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-K-ken-chin. - Manjiro con la voz entrecortada llamo a Draken.

El rubio no deseaba abrir sus ojos, había dormido tan bien entre los brazos de su pareja que se reusaba a separarse.

-Shh. - Susurro el más alto contra la oreja del rubio. - No hagas ruido. - El tatuado que estaba pegado al cuerpo del doncel delineo con su mano la esbelta figura de este, Mikey suspiro por el suave toque puesto que cada zona tocada por el mayor dejaba a su piel ardiendo.

-Pero... Ken-chin. - Volvió a repetir el doncel sintiendo como la mano de Draken se adentraba en su camisa de dormir y como las yemas de sus dedos comenzaron a acariciar la punta de su pezón izquierdo.

-Manjiro. - Dijo entre susurros el tatuado mientras repartía besos por la nuca del menor y el rubio con todo ese estimulo, no pudo evitar dejar escapar leves gemidos.

No fue hasta que Mikey sintió un duro bulto restregarse contra su trasero que decidió por fin abrir los ojos.

-L-la puerta. - Hablo entrecortado el menor.

-Esta con seguro.

-N-no Ken-chin... Kenjiro... tiene... - Mikey intentaba formular una oración razonable pero las sensaciones nublaban su mente.

-Shh... aún es temprano... - El rubio se estremeció al sentir la ronca voz de Draken contra su oreja. - ¿Lo sientes? - El mayor volvió a restregar su miembro contra el trasero del doncel y este movió la cabeza de manera afirmativa. - Siempre esta así por ti... - Mikey no pudo soportarlo y empujo aún más sus caderas contra la hombría de su pareja, deseaba tanto sentir más contacto.

Draken sonrió maliciosamente al sentir la cooperación de Mikey, el mayor sabía que su pareja deseaba eso tanto como él. El cuerpo del rubio se arqueo hermosamente y el movimiento de su cadera puso incluso más duro a Draken.

-¿Lo quieres? - Susurro el alto contra el cuello del rubio para luego deslizar su lengua por toda la extensión del cuello hasta llegar al hombro donde chupo y mordió hasta dejar roja la piel. - No sabes cómo me prendes...

-Ken-chin, p-por favor. - Suplico Mikey. - Te necesito.

Al escuchar los ruegos del menor, Draken llevo ambas manos al buzo de dormir de Mikey y lo bajo con todo y ropa interior dejando ver su gran trasero el cual el mayor vio fascinado.

-Ya quiero estar aquí dentro. - Pronuncio Draken mientras separaba con ambas manos los glúteos del menor, dejando ver la rosada entrada que tembló al ser tocada por el pulgar del mayor. - Mierda, Mikey.

-Hazlo ya Ken-chin. - Rogo el rubio.

-Todavía no.

Draken agarro la loción que estaba debajo de su almohada y vertió una generosa cantidad en su mano.

-Ke-

Draken sabia lo ruidoso que podía llegar a ser su pareja y como no quería ser descubierto llevo su mano a la boca del menor y la cubrió.

-Te dije que no hicieras ruido. - Susurro ronco contra la oreja del rubio mientras metía un dedo en su interior. - Me estas succionando. – Hablo entre jadeos.

La preparación fue tortuosa para Mikey, el sentir los dedos de Draken entrar y salir sin compasión de su interior lo estaban volviendo loco, eso sin mencionar que los gritos del pequeño doncel eran ahogados en la gran mano del mayor.

Mikey movió sugerentemente su trasero cuando sintió que los dedos de Draken ya no jugaban con su entrada.

-No seas impaciente. - Susurro el mayor para luego deslizar el condón por toda la longitud de su pene y luego presionar la punta contra la abertura del menor.

Segunda oportunidad (Drakey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora