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¿Qué había pasado? Anoche Mikey entro al cuarto rojo como un tomate maduro, le pregunto por su estado a lo que le respondió un "No es tu problema, Ed" y se metió al futón que prepare para mí.

Decidí no insistir, mañana me iba y tenía que conseguir mis propias respuestas para actuar. Me metí entre las cobijas de la cama y pronto sentí a mi gatito acurrucarse en mi pecho. Había sido un día agitado por lo que no paso mucho para que cayera dormido.

Al día siguiente fui despertado por Kenjiro que estaba recostado en mi pecho mientras jugaba con mi cabello, quería dormir más pero no era momento para eso.

-Gatito. - Me encontraba aun adormilado.

-Papá despierta, ya será hora de desayunar. - Kenjiro enredaba un mechón de cabello en su dedo y luego lo desenredaba, había agarrado esa costumbre de Chifuyu. - Mamá ya fue a preparar el desayuno, dijo que no nos demoremos.

-¿Puedo fingir que estoy enfermo para seguir durmiendo?

-No, papá. - Canturreo. - Prometieron llevarme al parque de diversiones.

-¿Iremos solos? - Kenjiro puso su mano en su mentón pensando. - ¿Quieres invitarle?

-¿Le gusto Draken-san? - Su pequeño rostro estaba serio, sabía que Kenjiro confiaría ciegamente en su veredicto, quien diría que tendría al tatuado en sus manos.

-Me parece un buen tipo y justo como dices, no quita su mirada de Mikey.

-¿Verdad que sí? - Se sentó en mi estómago. - Esa vez que le invite aquí estaba viendo a mamá como si fuera comida. - El pequeño fruncia el ceño, yo solo podía contener una risa. Lo entendía perfectamente, anoche atrape muchas veces al alto viendo de esa manera a Mikey, por lo que mis ganas de molestarlo aumentaban. - Entonces, ¿A papá le agrada? - Se volvió a recostar en mi pecho.

-Necesito hablar más con él, así sabre que planea. Y si es malo le diré que no se meta con la mamá de mi pequeño. - Lo abrace y gire para que mi gatito quede debajo de mí, podía ver mejor su pequeño rostro. - Pero si es bueno, ¿Lo aceptaras?

-A mamá le gusta. - Su labio tembló. - Draken-san me trata bien desde siempre y es genial, además me regalo tatuajes.

-¿Es más genial que yo? - Debía quitarme estas inseguridades.

-Papá es el más genial de todos.

-¿Mas que Mikey?

Kenjiro pareció meditarlo y luego asintió.

-Mas que mamá.

-Debo ir a presumirle eso al enano. - Me senté en la cama, Kenjiro me siguió. - Muy bien, entonces es hora de planear todo. - Le dije a mi gatito lo que haría, me escucho atentamente y luego salió corriendo de la habitación.

Aprovechando que estaba solo, tomé una ducha y me puse la muda extra de ropa que traje. Cuando me estaba peinando Kenjiro apareció.

-¿Todo listo? - Movió muchas veces la cabeza afirmativamente. - ¿Qué te dijo?

-Que en una hora llega.

-Perfecto. - Sonreí satisfecho, la cola alta que me hice quedaba bien y todo iba de acuerdo al plan.

-Papá ¿Me peina? - Kenjiro se puso delante de mí. - Quiero el mismo peinado de papá.

-Lo sé, gatito.

Luego de peinarlo me fije en su ropa, estaba todo en orden.

Salimos de la habitación ya con la mochila que había llevado porque tenía que tomar mi tren a las 6:00 PM y lo más seguro es que no volviera.

Segunda oportunidad (Drakey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora