Segunda oportunidad (Drakey)

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-El próximo mes entraran a la primaria así que este será nuestro último evento, ¿De acuerdo niños?

-¡Si!

-¿Les entregaron a sus papás los folletos del evento? - Nuevamente se escuchó un coro "Si" y una pequeña mano se levantó. - Dime Dai-kun.

-Mis papás no podrán asistir, ¿Puedo faltar? - Aquí vamos de nuevo.

-Tus tíos pueden venir. - La mueca de desagrado apareció en su rostro.

-En el folleto decía día con los padres, Hina-sensei. - Sonrió triunfante. - Tío Ran y tío Rin no son mis padres. -Saque el folleto que guarde para mí, sabía que esto pasaría.

Dai odiaba confraternizar con los demás niños, tan parecido a Kisaki-kun, pero mi amigo de infancia se guardaba su opinión, solo la expresaba cuando estaba cansado de "la estupidez humana". Dai por otro lado, no se lo guardaba, en eso era como Hanma-kun que no dudaba en decir o insultar a quien el consideraba que se lo merecía.

-Aquí dice que puede venir cualquier familiar tuyo, los señores Haitani pueden venir a representarlos. ¿De acuerdo, Dai-kun?

-Si, Hina-sensei. - Al menos me respeta.

-Dai-kun, ¿Tus tíos si vendrán? - El pequeño ignoro a Hana. - Si es así, mi tía también vendrá, a ella le gusta mucho tu tío. - No de nuevo.

-¡A mi hermana también le gusta! - Y así comenzó una pequeña batalla campal, las voces de los niños y niñas se alzaban cada vez más fuerte. - Mamá dijo que le encantaría tenerlo en la familia. - Si supieran a que se dedica.

-¡Silencio! - Module mi voz, era raro que la alzara. - Recuerden que es de padres.

-Hina-sensei dijo que podía venir la familia.

-¡Si Hina-sensei!

-¡Mi hermana es mi familia!

-¡Mi tía también!

Va a ser un largo día.

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Por fin el recreo, algo de paz.

-Hina-sensei. - Alce mi cabeza que estaba recostada en el escritorio. - ¿Puedo preguntarle algo?

-Claro Kenjiro-kun, pero ¿No saldrás a jugar?

-No quiero salir, voy a dibujar. - El pequeño Sano, el más tranquilo y maduro del lugar. - Sobre el viernes.

-¿Sano-san no podrá venir?

-Mamá si vendrá, pero tengo dudas. - Se rasco suavemente su mejilla, se ve tan lindo.

-Dime.

-Invite a papá Ed, papá Draken y mamá porque dice que es con los padres, pero también quiero invitar a Chifuyu, él también es mi familia, ¿Puedo, Hina-sensei?

Tan lindo.

-Claro que sí. - Agarra sus mejillas. - Me alegra que ya estén bien.

-Gracias, la dejo descansar.

-Gracias. - Canturree cansada.

Kenjiro-kun fue a su asiento y como dijo se puso a dibujar, realmente es raro ver a un niño tan tranquilo, lo normal sería que este correteando por todos lados como ese día que apareció Ryūguji-san, se veía tan diferente incluso juguetón.

A veces me preguntaba si solo era tímido, pero no era así, si los demás niños le hablaban o pedían ayuda el sin problemas lo hacía más si le invitaban a jugar él los rechazaba de manera educada.

Siempre manteniendo su distancia.

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-Ya me voy, buen trabajo a todas.

-¡Espera Hina-chan! ¿De verdad vendrán ambos Haitani al evento? - Solté el aire cansada, primero los niños y ahora ellas.

-¡¿De verdad?! - Apareció otra de las maestras. - Sera motivo para maquillarse.

-Si, parece que los papás de Dai no podrán venir.

Los cuchicheos comenzaron, fui ignorada, ¿Pero que podía hacer? La mayoría de profesoras son solteras y están en edad de casarse, además que el carisma de esos hermanos llama mucho la atención.

Mi presencia era innecesaria por lo que decidí irme, el sol se estaba poniendo mostrando un lindo atardecer.

-Comeré algo rico y jugare. - Estire los brazos destensando mi cuerpo, realmente amo mi trabajo a pesar de ser muy cansado.

-¡Hey preciosa! - Me detuve al reconocer la voz. - ¿Quieres compañía? - Volteé en la dirección y sonreí hasta acercarme a ese bobo.

-Adivino, ¿Volvió a cancelar?

-Dijo que encontró la pista para resolver su caso actual. - Alzo los hombros desinteresado. - Estoy pensando seriamente en comenzar a cortejarte a ti.

-Si claro, Tora-kun. - Me reí y caminamos. - ¿A dónde iremos?

-Es en serio Hina-chan, no importa con cuanto tiempo de anticipación le pida una cita, siempre la cancela o se va pronto por problemas del trabajo. - Naoto se estaba pasando. - Reserve en un restaurante cercano, sabes que yo invito.

-Desde un comienzo te dijo que lo primero para él es su trabajo, quiere demostrar que ser un doncel no le impedirá ser el mejor detective.

-Lo sé. - Nos detuvimos en el semáforo que estaba frente a la entrada del parque. - Por eso solo sonrió y lo dejo ir, esto del amor no es para mí.

-Lamento eso, Tora-kun.

-Parece que te estoy cortejando a ti y no a él, pero bueno, no es como si hubiéramos formalizado algo. - Cuando le iba a responder se escuchó un grito.

Curiosa busqué el origen de este y pude ver a Kenjiro-kun junto con Ryūguji-san que se encontraban cruzando la acera, la sonrisa de ambos es tan deslumbrante, el pequeño azabache intentaba huir con sus patines, pero el adulto no lo dejaba y le hacía cosquillas en su estómago haciendo que Kenjiro-kun se retorciera en su cuerpo.

Se ven tan lindos.

-¿Podemos ir por otro lado? - La trémula voz de Kazutora me saco de mis pensamientos. - Este camino es más largo, pero igual llegaremos.

No conteste y seguí la dirección que señalo.

-¿Pasa algo con Ryūguji-san?

-No. - Respondió tajante, moví un poco mi cabeza para verlos por última vez.

El camino al restaurante fue tenso, el chico del tatuaje de tigre se mantuvo callado en todo el trayecto y a pesar de que intente hablarle el solo me respondió con monosílabos.

-Tora-kun, si no te sientes bien podemos cenar otro día.

-¿Ah? - Parece que estaba concentrado en sus pensamientos. - Perdón Hina-chan, me comporte como un idiota. - Hizo una leve reverencia. - Si quiero que comamos juntos.

-¿Quieres contarme? - Pregunte al sentarme en la mesa que nos asignaron. - ¿Ryūguji-san te hizo algo? No llevo mucho tiempo conociéndolo, pero parece una buena persona además a Kenjiro-kun le gusta. Es raro verlo así de feliz, en el preescolar es más tranquilo.

-No es nada de eso, es solo que. - Desordeno un poco su cabello. - Aun no me siento preparado para conocerlo, sé que es un buen tipo, Baji lo dijo y él es bueno juzgando a la gente. - Lo mire intrigada. - Y no entiendo porque dices eso de mi enano, él es muy enérgico, corretea por todos lados, siempre tiene cada ocurrencia, es fascinante. - Una sonrisa triste delineo los labios del tigre. - Me habría encantado ser su padre, que Mikey me hubiera aceptado. 

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Buenas noches porque si es de noche :D les saluda Ale actualizando temprano, estaba con este capitulo todo el día en la cabeza, se que es lento pero son solo cosas que siento que debía poner.

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